La falta de protección adecuada puede derivar en gastos imprevistos y conflictos de difícil resolución para los propietarios.
El auge de los alquileres temporarios en temporada alta volvió a exponer una problemática recurrente: la mayoría de las pólizas de hogar convencionales no están diseñadas para cubrir los riesgos específicos que implica destinar una vivienda al turismo.
La falta de protección adecuada puede derivar en gastos imprevistos y conflictos de difícil resolución para los propietarios.
Mientras miles de turistas planifican sus vacaciones de verano en la región, crece el número de propietarios que deciden alquilar sus viviendas por temporadas cortas.
La práctica se expande año tras año impulsada por la demanda creciente y la flexibilidad que ofrece este modelo de negocio.
Sin embargo, el uso intensivo y rotativo de los inmuebles genera riesgos que no estaban contemplados en las coberturas tradicionales.
El vacío de las pólizas convencionales
Las pólizas de hogar tradicionales fueron diseñadas para viviendas de uso permanente y estable, no para la dinámica propia del turismo.
La rotación constante de huéspedes, los daños accidentales vinculados a las estadías temporales, robos durante la ocupación, roturas de equipos, incidentes en áreas comunes o eventos climáticos que requieren reparación inmediata quedan, en muchos casos, fuera de la cobertura estándar.
Esta brecha en el mercado llevó al desarrollo de productos específicos para propiedades de alquiler turístico.
Según explicó Rocio Martignoni, de Suscripción Multicobertura de Comercio e Incendio de La Segunda Seguros, estos seguros incluyen protección ante incendios, robos, granizo, vendavales y roturas accidentales de cristales o equipos electrónicos.
Además, incorporan extensiones de responsabilidad civil que amparan al propietario ante accidentes que puedan sufrir los inquilinos dentro del inmueble o en espacios como jardines y quinchos.
Coberturas adaptables y plazos ágiles
Estos productos permiten adaptar el alcance de la póliza según el tipo de propiedad y los bienes disponibles para los huéspedes.
Se puede agregar cobertura para bienes de los inquilinos durante su estadía, y áreas como quinchos o cocheras quedan amparadas dentro del seguro de incendio del edificio.
Los equipos como bombas de agua cuentan con protección siempre que estén guardados en espacios cerrados con medidas de seguridad.
En cuanto al vandalismo, está incluido dentro de la cobertura de incendio, aunque no así las roturas deliberadas causadas por un huésped, dado que la vivienda se utiliza con consentimiento del propietario.
El proceso de resolución de siniestros está diseñado para ofrecer respuestas rápidas en plena temporada: los daños menores se resuelven en un plazo estimado de 7 a 10 días hábiles.
En casos de robo, la denuncia policial es el documento clave para avanzar. La verificación del daño puede requerir peritaje o resolverse mediante fotos y videos, según su magnitud.
Una tendencia en expansión
Con el crecimiento sostenido de los alquileres temporarios en la región, contar con una protección adecuada pasó de ser un diferencial a constituirse en una necesidad para los propietarios.
Los seguros especializados no solo protegen el patrimonio del dueño, sino que también aportan mayor previsibilidad en un modelo de negocio marcado por la rotación constante y el uso intensivo de los inmuebles.
Fuente: Nova
Enlace: https://www.agencianova.com/nota.asp?n=2025_12_22&id=162278&id_tiponota=205
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