La economía peruana sufrió una contracción en 2023, pero se recuperaría este año, lo que es una buena noticia para las aseguradoras en un país en que el crecimiento de este sector está estrechamente vinculado al desempeño económico.
Para conocer más sobre la mejoría de las perspectivas para las aseguradoras en la nación andina, BNamericas entrevistó por correo electrónico a Renato Bedoya, gerente de riesgos de la asociación local de seguros, Apeseg.
También analiza el riesgo político, los seguros agrícolas, los requisitos regulatorios y la implementación del marco de Solvencia II.
BNamericas: ¿Cuál fue el nivel de crecimiento de las primas el año pasado?
Bedoya: El nivel de primas del sector asegurador peruano ascendió a 20.266 millones de soles [US$5.300 millones], lo que representa un 8,1% de crecimiento con respecto al año anterior. Si se deja de lado el efecto inflación y mantuviéramos constantes los soles de 2022, ese crecimiento representaría un 1,8% con respecto a 2023. Esto nos lleva a sobrepasar ligeramente el 2% de penetración de seguros en la economía.
BNamericas: ¿Qué segmentos del mercado tuvieron el mayor crecimiento?
Bedoya: El crecimiento de 2023 estuvo fuertemente impulsado por el repunte en los seguros de vida, que representó casi dos terceras partes de todo el crecimiento del sector. Con respecto a 2022, los seguros de vida crecieron 15,7%; de riesgos generales, 10,0%; de accidentes y salud, 3%, mientras que los seguros relacionados con el sistema privado de pensiones decrecieron en 6%.
Dentro del ramo de vida, las líneas de negocio que estimularon la expansión fueron desgravamen, renta particular y vida individual de largo plazo. Este último ha causado especial interés dadas las opciones de ahorro que tienen algunos productos, así como alternativas de inversión.
En los riesgos generales, hubo diversas variables que podrían explicar el crecimiento del nivel de primas. Por un lado, se cerraron grandes proyectos de inversión nacional que requerían seguros de propiedad, entre ellos, proyectos de riego o proyectos relacionados con la reconstrucción de infraestructura pública dañada, a través de la entidad nacional Autoridad para la Reconstrucción con Cambios. Por otro lado, como sabemos, los costos de reaseguro se incrementaron tanto por riesgos políticos como para incendio/terremoto, por lo que reflejó mayores precios del seguro y mayores primas que en 2022.
Los cambios regulatorios recientes para la constitución de reserva catastrófica pueden haber también redirigido una mayor proporción de prima asignada a la cobertura de terremoto en 2023.
BNamericas: ¿Qué nivel de crecimiento de las primas espera Apeseg para 2024? ¿Cuáles serán los principales motores de esta expansión?
Bedoya: En 2023 experimentamos un decrecimiento de la economía de 0,6% y unos niveles altos de inflación de 6%, lo cual repercutió indudablemente en la economía familiar y de las empresas. A pesar de ello, crecimos. A diferencia de países desarrollados, el mercado de seguros local va muy de la mano con el desenvolvimiento de la economía. Para 2024, en cambio, las proyecciones económicas para el país son de un crecimiento aproximado de 3%, lo cual debería ayudarnos a llegar a los dos dígitos de crecimiento del sector en términos nominales.
Ese crecimiento se podría ver también impulsado por nuevos seguros obligatorios, que se podrían dar luego de la emisión de los lineamientos nacionales de aseguramiento de bienes públicos, que hemos venido impulsando desde la asociación y que el Ministerio de Economía ha estado trabajando. Las promulgaciones de proyectos de ley en curso en el Congreso o nuevas soluciones de seguros paramétricos para el gobierno en camino podrían empujar dicho crecimiento en el sector.
A la vez, el dinamismo de la economía debería activar más inversión privada en diversos proyectos y facilitar un mayor nivel de consumo que empujaría los seguros de líneas personales en 2024. Adicionalmente, menores tasas de interés crearían una deuda más barata, dando espacio a seguros ligados a productos financieros a crecer.
Por el contrario, el riesgo político podría entorpecer el crecimiento del sector, más aún si el actual gobierno sufre una vacancia presidencial o el Poder Legislativo se enfoca en acciones populistas que impacten negativamente al sector financiero y de seguros.
BNamericas: ¿Cuál fue el impacto de la crisis política y la violencia del año pasado en los seguros de riesgo político?
Bedoya: En efecto, la crisis política se encrudeció a inicios de 2023 en Perú, y ello marcó “una raya más al tigre” para la tarificación del riesgo político en general para la región, que se sumó a lo ocurrido años recientes en Chile y Colombia. Los reaseguradores han ido reflejando ese mayor riesgo en sus renovaciones de contratos con las cedentes. Por ejemplo, en Perú se solían vender las pólizas de propiedad en conjunto con la parte de incendio, terremoto y riesgos políticos; no obstante, dada la particularidad que se viene dando en riesgos políticos, ahora no sería inusual que se discuta por separado dicha cobertura con los asegurados.
BNamericas: ¿Cuáles han sido los últimos y más importantes avances para el seguro agrícola?
Bedoya: En el seguro agrícola catastrófico [SAC] y en los seguros agropecuarios [sagro] se ha avanzado bastante. También se lanzó un nuevo producto para alpacas.
El SAC, que es un seguro paramétrico indexado a la producción, subsidiado 100% por el Estado y enfocado a cubrir a agricultores de subsistencia, tiene ahora un alcance a nivel nacional de 24 regiones, en comparación de lo que fueron las 8 regiones iniciales. Se cubren 16 riesgos, como los climáticos, biológicos, naturales, y recientemente se incluyó no nacencia y taponamiento.
El fondo de subsidio se ha elevado para la presente campaña en 20%, llegando a ser de 96 millones de soles, lo que ha permitido elevar de 1,6 millones a 1,8 millones las hectáreas aseguradas. También se ha añadido una cobertura complementaria, indemnizatoria, para aquellas parcelas que sí sufren pérdidas catastróficas, pero que el paramétrico en su zona no se activó. Esta alternativa se incluyó desde la campaña anterior para disminuir el riesgo de base. El problema es que puede ir encareciendo los costos de ajuste, pero es una variación al SAC original que permite que el seguro esté presente cuando se necesite, pensando también en la sostenibilidad del programa en el largo plazo, desde un enfoque político.
En el sagro, se pudieron renovar los fondos de subsidio para dos campañas agrícolas más, donde la prima es subsidiada por el Estado para el 80% de la prima del seguro, con el fin de cubrir los costos de producción o el valor del crédito agrícola. Este seguro está enfocado a cubrir a pequeños productores comerciales a través de entidades financieras, hasta 10ha o 15 UIT [unidades ligadas a la inflación, equivalentes a unos US$20.300). El fondo de subsidio asciende a 10 millones de soles y se está evaluando ampliar el fondo, ya que casi todo ya se utilizó, pero queda una demanda por satisfacer, que se ha ido incrementando, para lo que resta del año. Ese aumento en el fondo ayudará a promover más participación de empresas aseguradoras en este producto subsidiado.
Por otro lado, la novedad es que se acaba de otorgar la buena pro para un nuevo seguro paramétrico que busca proteger a productores alpaqueros de la Región Puno, en el límite con Bolivia, ante riesgos climáticos (sequía, baja temperatura y nieve) que afecten la disponibilidad del alimento para el animal.
La idea es que a través del seguro indexado para alpacas se pueda otorgar una asistencia económica al productor y que lo ayude a garantizar la supervivencia de los animales. De manera inicial, se ha contemplado un fondo de subsidio de 4 millones de soles para cubrir el 100% de la prima, pero el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego ha anunciado ir presupuestando un incremento.
BNamericas: ¿Sigue siendo atractivo el mercado local para las aseguradoras extranjeras? ¿Cuáles son las exigencias en cuanto a capital y tiempo de tramitación para entrar al mercado local para una compañía extranjera?
Bedoya: De cuando en cuando recibimos en la asociación visitas de aseguradoras internacionales que buscan conocer cómo se está dinamizando el mercado asegurador peruano, sus jugadores, las tendencias en productos y precios, la regulación, entre otros aspectos. Una de las preguntas siempre es esa: cómo son los requerimientos y tiempos.
Existen diferentes requerimientos de capital social mínimo para las empresas del sector asegurador:
Empresas que operan un solo ramo (de riesgos generales o de vida): 6,1 millones de soles
Empresas que operan en ambos ramos (de riesgos generales y de vida): 8,3 millones de soles
Empresas de seguros y reaseguros: 21,3 millones de soles
Empresas de reaseguros: 12,9 millones de soles
Esta información es pública y se renueva trimestralmente en la página web del [regulador de banca, seguros y pensiones privadas] SBS.
En cuanto al tiempo de tramitación, puede estar en alrededor de dos años. No es corto y puede terminar siendo un factor de barrera de entrada.
BNamericas: ¿Cómo va avanzando Perú en términos de Solvencia II?
Bedoya: En Perú se viene trabajando en el proyecto normativo del modelo de capital basado en riesgos (CBR), que es una versión tropicalizada de Solvencia II a la realidad local. Hay varios de los riesgos en el modelo que han sido tomados exactamente de la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones (Eiopa), mientras que otros fueron calibrados 100% por nuestro regulador SBS y otros, una combinación de Eiopa y SBS.
La preparación gremial ha consistido en mesas de trabajo técnicas al interior de Apeseg, con participación de los comités de gestión integral de riesgos, de actuarios, de contabilidad, de riesgo operacional y de inversiones y finanzas.
A la fecha ya se han culminado dos estudios de impacto cuantitativo del modelo, mostrando niveles de solvencia adecuados para la visión del regulador. Los riesgos más representativos en modelo fueron los de riesgo de mercado y riesgo de vida.
Las empresas de seguros en el país vienen trabajando en el proceso de autoevaluación de riesgos y solvencia (ARYS), que es la [autoevaluación de riesgos y solvencia] ORSA en Solvencia II, cuyo objetivo es preservar una adecuada relación entre el perfil y apetito por el riesgo y la solvencia de las aseguradoras. Las aseguradoras se estaban preparando para entregar los reportes ARYS a finales de abril.
El proyecto normativo de CBR apunta a entrar en vigor hacia 2028 localmente, lo cual es positivo, ya que dará tiempo al mercado (y al regulador) a trabajar en ajustar el modelo e ir viendo cómo es el impacto en regiones donde ya se ha implementado.
Otras regiones están observando cargas de capital excesivas por inversiones en activos y volatilidad artificial de la solvencia de las aseguradoras en productos de largo plazo, sin mencionar el impacto significativo en la carga operativa y costos de adecuación, e impacto en operaciones de cola larga, lo que finalmente podría impactar al consumidor de seguros, y pudiendo hasta desacelerar de algún modo el aumento de la penetración de los seguros en una economía.
Fuente: BNamericas
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