Y, ejemplo de ello, es lo que se hizo en los arrecifes de San Andrés y Providencia, iniciativa liderada por el Fondo Acción y MAR Fund, con el apoyo de Willis Towers Watson. El cual, en caso de huracanes, este seguro se activará cubriendo los costos de respuesta y recuperación de los arrecifes.

Según explicó el Fondo Acción, los arrecifes coralinos del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina son los más extensos del Caribe colombiano y conforman la tercera barrera coralina más grande del mundo. “Los arrecifes coralinos son importantes en la protección de zonas marinas y costeras generando beneficios para las comunidades y economías locales”, añadieron desde el Fondo Acción.

Entre los beneficios de este ecosistema está que proveen alimentos, protección costera en eventos climáticos como huracanes e ingresos económicos para el sector del turismo y de la pesca.

Además, los arrecifes interactúan con otros ecosistemas como manglares, praderas marinas, playas, bosques y humedales y albergan una gran cantidad de especies de peces, corales, esponjas, gorgonáceos, macroalgas, caracoles, langostas, entre otros.

Para la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), “un cuarto de toda la vida marina depende de los arrecifes de coral para obtener alimentos y refugio, constituyéndose en uno de los ecosistemas más diversos y biológicamente complejos del mundo”.

De allí su importancia, pues teniendo en cuenta todos los servicios ecosistémicos que presta, garantizar su protección adecuada es fundamental para garantizar la vida, el bienestar y la economía.

No obstante, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad son dos factores que representan macro-riesgos sistémicos que impactan profundamente tanto al medio ambiente como a las economías globales.

Por ello, desde la Federación de Aseguradores Colombianos, (Fasecolda), que agrupa a las 38 compañías de seguros del país, aseveraron que: “Estos riesgos no se pueden abordar de forma aislada, ya que están interconectados y refuerzan mutuamente sus impactos. Para enfrentar estos riesgos emergentes se requieren enfoques colaborativos y transversales, donde las aseguradoras desempeñan un papel esencial en la mitigación de riesgos y la promoción de un futuro sostenible”.

En el seguro para proteger los arrecifes o los mangles, a diferencia de los seguros tradicionales, los pagos se basan en parámetros predefinidos (como la velocidad del viento), lo que permite dar una respuesta rápida y eficaz para preservar estos ecosistemas.

Y es que el Caribe ha sido una de las regiones más afectadas por el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos, como los huracanes, que cada vez se presentan con mayor frecuencia y son más devastadores. Solo en 2022, el 58% de la superficie del océano experimentó al menos una ola de calor marina; lo que está estrechamente relacionado con el incremento en el récord de huracanes en la región.

Al estar las superficies de los océanos más calientes, las tormentas tropicales se vuelven más potentes, por lo que los huracanes recogen más cantidad de agua y aire que, posteriormente, descargan al tocar tierra haciendo que la destrucción sea mayor. En septiembre pasado el huracán Helene destruyó ciudades y cobró la vida de 230 personas en Estados Unidos, convirtiéndose en el más mortífero desde el huracán Katrina.

El cambio climático hace que cada vez los huracanes sean más comunes y más fuertes, por lo que tener arrecifes y los mangles en buen estado ayuda, de cierta manera, a mitigar los impactos de eventos climáticos como los huracanes, inundaciones y sequías, ya que estos ecosistemas funcionan como una barrera protectora natural de estos eventos.

Sin embargo, cuando estos se degradan, su capacidad protectora disminuye, lo que provoca que los desastres naturales se vuelvan más frecuentes y devastadores.

Causas como la sobrepesca y pesca ilegal, así como la sedimentación y la eutroficación (enriquecimiento excesivo en nutrientes) por contaminación proveniente de áreas terrestres, y proliferación de enfermedades en los ecosistemas, los ponen en riesgo, por lo que la prevención resulta clave.

Seguros verdes

El Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal (GBF), reconoce que una estrategia económica sostenible debe considerar tanto la mitigación y adaptación climática, como la preservación y restauración de los ecosistemas.

De allí la importancia de incluir al sector financiero y de seguros en la conservación de la biodiversidad, para lograr a 2050 tener una economía resiliente y en armonía con la naturaleza. Por ello, el sector asegurador colombiano, en cabeza de Fasecolda, ha venido avanzando en la construcción del primer inventario de seguros verdes en Colombia, que conecta la Taxonomía Verde de Colombia (TVC) con los productos de seguros.

“Ciertos ecosistemas, como los bosques tropicales y los humedales, actúan como sumideros de carbono que capturan CO2 de la atmósfera, ayudando a frenar el calentamiento global. Por eso, podemos asegurar que la biodiversidad funciona como un seguro en sí misma”, destacó Gustavo Morales, presidente de Fasecolda.

Para Morales, la biodiversidad es un componente fundamental para lograr el equilibrio económico, social y ambiental, ya que ecosistemas sanos y diversos proporcionan servicios fundamentales como la polinización, la regulación del clima, el control de plagas y la purificación del agua, que sustentan las cadenas productivas, garantizan la seguridad alimentaria y ayudan a mitigar riesgos como sequías o inundaciones.

El presidente de Fasecolda, Gustavo Morales, puntualizó: “El sector asegurador desempeña un papel esencial, ya que, como gestores de riesgos y grandes inversionistas, debemos integrar la conservación de la biodiversidad en nuestras estrategias para preservar tanto el medio ambiente como la estabilidad económica a largo plazo”.

El sector asegurador desempeña un papel esencial, ya que, como gestores de riesgos y grandes inversionistas, debemos integrar la conservación de la biodiversidad en nuestras estrategias para preservar tanto el medio ambiente como la estabilidad económica a largo plazo”.

Para lograrlo, las empresas aseguradoras están incluyendo la incorporación de criterios ambientales en las evaluaciones de riesgo para garantizar que las actividades que se están cubriendo no generen impactos negativos sobre la biodiversidad. Esto incluye evaluar si las prácticas agrícolas, industriales o de infraestructura podrían afectar la estabilidad de los ecosistemas, lo que podría aumentar los riesgos de siniestros a futuro.

De los 1.266 seguros ofrecidos por las 36 empresas aseguradoras en el país, 51 seguros fueron identificados como directamente verdes y 220 seguros como indirectamente verdes, según los hallazgos del primer mapeo de seguros en Colombia, desarrollado por Fasecolda con el apoyo de GRS en 2023.

Actualmente, el 44% de las aseguradoras tienen seguros directamente verdes y un 80% de las aseguradoras tienen seguros indirectamente verdes.

“Por ejemplo, un seguro de energía para una planta solar o un seguro agropecuario y forestal es directamente verde, ya que su objeto es netamente ambiental y sostenible y propicia el desarrollo de sectores de la Taxonomía Verde de Colombia”, explicaron desde Fasecolda.

El sector asegurador al ser uno de los grandes inversionistas institucionales, tiene la capacidad de dirigir flujos de capital hacia proyectos que promuevan la conservación y restauración de la biodiversidad.

Ejemplo de ello es la restauración de humedales, manglares o bosques, que no solo mitigan riesgos climáticos, sino que genera retornos financieros sostenibles a largo plazo. “Estos proyectos, a su vez, fortalecen la resiliencia de las comunidades y economías locales, reduciendo la probabilidad de siniestros costosos”, destacaron desde Fasecolda.

Se firmó ‘Declaración de Bogotá sobre Seguros Sostenibles'

Líderes de la industria aseguradora en la región se unieron para firmar este año la ‘Declaración de Bogotá sobre Seguros Sostenibles’ durante la 'Mesa Redonda Regional sobre Finanzas Sostenibles para América Latina y el Caribe' de UNEP-FI.

Esta declaración reafirma el compromiso con la sostenibilidad y la resiliencia de los líderes de la industria aseguradora en la región para contribuir al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en América Latina y el Caribe.

Desde Fasecolda, como secretaria técnica de esta declaración y siguiendo el ejemplo de iniciativas globales, como la Declaración de Nairobi, aseguran que este esfuerzo busca cerrar la brecha de protección y llevar los seguros a los sectores más vulnerables, promoviendo una economía más inclusiva, baja en carbono y armónica con la naturaleza.

Actualmente, ocho países de la Región participan como firmantes en la ‘Declaración de Bogotá sobre Seguros Sostenibles’. Colombia encabeza la lista con la mayor participación, contando con 9 aseguradoras, 1 consultor, 2 asociaciones, 1 fundación y 1 ONG.

Le sigue Costa Rica con 2 aseguradoras, 6 brokers, 2 asociaciones y 1 regulador. Luego viene Brasil, que participa con 2 aseguradoras y una asociación. Mientras que Argentina, España, Honduras y Surinam tienen cada uno una aseguradora representando a su país.

Estos firmantes ya se encuentran trabajando en los Seguros para la Naturaleza en la Región de Latinoamérica y El Caribe y en el Manejo de Riesgos Relacionados con el Cambio Climático.

Fuente: El Tiempo

Enlace: https://www.eltiempo.com/mas-contenido/asegurar-los-ecosistemas-clave-para-garantizar-el-equilibrio-mundial-3394633