En un comunicado, la Asociación Portuguesa de Aseguradoras hace balance de la evolución y el camino recorrido por el sector asegurador desde 1974 hasta la actualidad. Pero sin mencionar IA, ESG, nuevos riesgos y desafíos.
En asociación con las celebraciones del 50 aniversario del 25 de abril, la Asociación Portuguesa de Aseguradores ha emitido una declaración en la que hace balance de la evolución y el camino que el sector asegurador ha recorrido desde 1974 hasta la actualidad.
"Con el 25 de abril, el país cambió y también lo hizo el sector asegurador. En el espacio de un fin de semana de 1975, 25 compañías de seguros, cinco compañías de reaseguros y parte del capital de otras siete compañías de seguros pasaron a manos del Estado", recuerda la asociación dirigida por José Galamba de Oliveira.
En 1979, las compañías públicas de seguro directo y reaseguro se fusionaron, tras lo cual el universo de empresas nacionalizadas se redujo a ocho aseguradoras públicas, recuerda la asociación.
"El sector de seguros pasó por una situación de crisis y difícil equilibrio de resultados entre 1983 y 1986, pero a partir de entonces la situación cambió", porque en los cinco años siguientes a la adhesión a la entonces CEE (Comunidad Económica Europea) "la producción de seguros siempre creció muy por encima de la inflación, cerca del doble e incluso el triple."
La APS prosigue diciendo que los años 90 estuvieron marcados por el inicio de la privatización de las compañías de seguros públicas, así como por la privatización de las participaciones del Estado en las compañías de seguros mixtas.
"En esta década, el sector asegurador ha respondido positivamente a todos los retos que se han planteado al país y al sector. Se ha producido una mejora continua de la producción y una importante modernización del sector, así como la deseada liberalización total de productos y tarifas", afirma la asociación.
La asociación sectorial concluye diciendo que la mejora continua de la producción y la modernización significativa del sector han continuado hasta nuestros días, "siempre siguiendo de cerca las grandes evoluciones que se producían en el país, sus momentos álgidos y sus momentos de crisis, pero siempre mostrando su enorme capacidad de resistencia y de innovación, estando a la altura de su papel como estabilizador de la economía, así como de red de protección y seguridad para las personas y las empresas".
En esta valoración, la EPA no llega a hablar del papel de la Inteligencia Artificial en la evolución del sector, ni de los nuevos riesgos que están surgiendo en la actualidad. En particular, los riesgos ESG. Tampoco sobre los retos regulatorios actuales.
Fuente: Jornal Económico
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