Reportes de aseguradoras y organismos del sector confirman un aumento de siniestros en todos los modos.
El transporte internacional de carga atraviesa uno de los periodos de mayor exposición a riesgos de la última década, marcado por el aumento de robos, la intensificación de fenómenos climáticos, la inestabilidad de rutas estratégicas y una mayor complejidad operativa en cadenas multimodales. Informes recientes de aseguradoras, organismos del sector y autoridades confirman un crecimiento sostenido de incidentes en los distintos modos de transporte, al tiempo que empresas importadoras y exportadoras refuerzan sus estrategias para proteger el valor económico de sus envíos.
La movilización de mercancías por vía marítima, aérea y terrestre enfrenta un entorno más volátil, en el que un evento localizado puede afectar toda la cadena logística. En este contexto, la gestión de riesgos y los mecanismos de respaldo financiero se han convertido en elementos centrales para la continuidad del comercio internacional, especialmente en regiones con alta dependencia del transporte multimodal, como América Latina.
Incidentes crecientes en mar, aire y tierra
El transporte marítimo, responsable de la mayor parte del comercio global, registró un aumento del 10 % en incidentes durante 2024, con 3.310 casos reportados, de acuerdo con el Safety and Shipping Review 2025 de Allianz Commercial. Las fallas mecánicas, colisiones y los incendios a bordo se ubicaron entre las principales causas. Aunque la pérdida total de buques se redujo a 27, el nivel más bajo en tres décadas, los daños parciales y las interrupciones operativas crecieron, generando impactos directos en los costos logísticos y en los tiempos de entrega.
En el transporte terrestre, los robos de carga continúan concentrando una parte significativa de las pérdidas. El TT Club & BSI Consulting Cargo Theft Report 2024 señala que el 76 % de los robos en Latinoamérica ocurre en carretera. A nivel global, este tipo de delitos aumentó un 27 % entre 2023 y 2024, con pérdidas superiores a los 450 millones de dólares, según datos de Verisk CargoNet. Las modalidades más frecuentes incluyen fraude documental, suplantación de identidad y sabotaje en zonas de transferencia, lo que evidencia un mayor grado de organización criminal.
El transporte aéreo tampoco ha sido ajeno a esta tendencia. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) reportaron más de 500 incidentes operativos en vuelos de carga durante 2024. Muchos de estos eventos estuvieron asociados a tormentas eléctricas, vientos cruzados y desvíos de ruta, factores que reflejan el impacto del cambio climático en la estabilidad de las operaciones aéreas y en la planificación de los itinerarios.
La fragilidad de las cadenas multimodales
El aumento de los siniestros multimodales, aquellos que involucran más de un modo de transporte dentro de una misma cadena logística, se ha convertido en una fuente relevante de pérdidas para el comercio internacional. El crecimiento de los envíos combinados marítimo-terrestres y aéreo-terrestres en América y Asia ha incrementado la exposición, ya que cada transferencia entre modos representa un punto crítico de riesgo.
Durante 2024 y 2025, diversos eventos pusieron en evidencia esta fragilidad. En Europa y Medio Oriente, las restricciones de navegación en el Canal de Suez y el Mar Rojo obligaron a desviar flujos marítimos hacia África y Sudamérica, lo que derivó en congestión terrestre en puertos alternativos. En América, los robos de carga terrestre posteriores a operaciones marítimas y aéreas aumentaron más del 25 %, especialmente en corredores logísticos de Brasil, México y Colombia, de acuerdo con TT Club & BSI Consulting. En Asia, fenómenos climáticos extremos provocaron interrupciones simultáneas en el transporte marítimo, aéreo y ferroviario, afectando embarques de alimentos, electrónicos y productos farmacéuticos.
Enero-septiembre 2025: US$37.310,1 millones (+1,8%).
Estos escenarios muestran cómo un incidente en un solo eslabón puede generar efectos en cadena, desde retrasos en puertos hasta bloqueos en carreteras o desvíos aéreos, con consecuencias financieras y operativas significativas. Frente a este panorama, las empresas buscan soluciones que permitan cubrir el valor de la carga en caso de daño o pérdida, independientemente del número de actores o modos involucrados.
“Los riesgos en la movilización de carga son cada vez más complejos y difíciles de prever. Hoy enfrentamos escenarios en los que un retraso portuario por conflicto, una tormenta en el Atlántico o un robo en carretera pueden tener consecuencias financieras y operativas enormes para una empresa”, explica Alejandro Bachs, Country Manager de DHL Global Forwarding Colombia y Venezuela. “Por eso, la gestión de riesgos y la protección del valor real de la carga se han convertido en temas estratégicos para los importadores y exportadores”, agrega.
Protección financiera y alcance local del desafío
La respuesta a este entorno combina medidas de prevención logística, seguridad física y respaldo financiero. Entre las prácticas recomendadas se encuentran el mapeo integral de riesgos a lo largo de todo el trayecto, la revisión de las responsabilidades contractuales y la adopción de mecanismos que permitan recuperar el valor total declarado de la mercancía, más allá de las compensaciones estándar establecidas por convenios internacionales.
En este contexto, DHL Global Forwarding presentó en Colombia su Programa de Protección al Valor de la Carga, un esquema de responsabilidad ampliada que cubre el valor total de la mercancía transportada por vía aérea, marítima, terrestre o multimodal, a cambio de un valor adicional en el flete. El programa contempla la recuperación del valor declarado de la carga en caso de siniestro, algunos gastos asociados al envío y soporte en la gestión de eventos como avería gruesa y fenómenos naturales.
“Nuestra solución para cubrir el valor total de la carga nos permite respaldar el 100 % del valor declarado de la carga y agilizar la compensación de reclamos en un plazo medio de 30 días desde el momento en que se recibe la documentación. Es un programa que reafirma nuestro compromiso con la seguridad y la confianza de nuestros clientes”, señala Bachs.
El impacto de estos riesgos adquiere una dimensión particular en Colombia. Según el DANE, el país moviliza más de 70 millones de toneladas de carga terrestre al año. La Superintendencia de Transporte informó que, en el primer semestre de 2025, los puertos nacionales gestionaron 45,3 millones de toneladas, de las cuales más del 80 % estuvo vinculada al comercio exterior. Por su parte, la Aeronáutica Civil reportó que entre enero y junio de 2025 se transportaron 233.000 toneladas de carga y correo, un aumento del 1,9 % frente al mismo periodo de 2024.
Fuente: Portafolio
Proveemos información Técnica y Financiera del Mercado Asegurador