Aunque la medida podría repercutir en el precio de los vehículos cero kilómetro, no incluye la contratación de reaseguros en el exterior. Las fuerzas contrapuestas en el mercado asegurador argentino.
El dictado del decreto 777/24 publicado el 2 de septiembre, por el cual se reduce la alícuota del impuesto PAIS para importación de algunos bienes y servicios, ha generado inquietud en ciertos sectores de la economía. En lo que respecta a la actividad aseguradora, son numerosas las consultas sobre cómo puede repercutir esta medida en una deseada reducción del precio de los seguros. Lamentablemente, la respuesta no es la que los asegurados desean escuchar.
El decreto de esta semana solo reduce la alícuota de fletes y transportes contratados en el extranjero y la de algunas mercaderías adquiridas en el Mercosur, pero mantiene en un 25% la alícuota para el pago de reaseguros. En concreto, para la actividad aseguradora nada cambiará hasta al menos el 28 de diciembre 2024, fecha en que tiene finiquito el mentado impuesto.
Esto tiene una doble implicancia. Primero, que se mantiene el sobrecosto de los reaseguros, insumo sumamente importante para los seguros de actividades económicas como la agricultura, la industria, la construcción y la obra pública. El segundo, es que se mantiene la brecha existente entre el valor del dólar que se paga como prima (precio) de reaseguro, y el valor del dólar que se cobra en caso de siniestro. Se paga valor dólar oficial más 25%, y se cobra valor dólar oficial. Esta brecha genera un descalce que debe ser compensado con un incremento en el precio del seguro para, de esta manera, mantener las cuentas equilibradas.
Alguien podrá alegar, y con razón, que se ha publicitado una baja en el precio de los autos cero kilómetro, y que ello debería implicar una baja en el precio de los seguros en la misma proporción. Nuevamente, no parece que vayan a cumplirse estas expectativas. La situación merece su análisis.
Lo primero a tener en cuenta es que la reducción del precio de algunos (pocos) vehículos ronda apenas el 2% al 4%. Esto en precios elevados es fácilmente perceptible, pero en precios más bajos, como es la prima (precio) de un seguro, resulta casi irrelevante. No obstante, podría alguien insistir en que debería reducirse la prima.
Es necesario entonces que los asegurados sepan que cuando contratan un “seguro automotor” están contratando muchas coberturas plasmadas en una única póliza, y que el precio de cada una de esas coberturas se calcula por separado. El habitual seguro de “terceros completos” es un combo de tres coberturas: “robo y/o hurto”, “destrucción total” y “responsabilidad civil”. La reducción del valor del vehículo solo repercute en las dos primeras, pero no tienen incidencia alguna en la cobertura de responsabilidad civil, la que es, justamente, la más importante de las tres. Esta última cobertura está relacionada con lo que se denomina “valor vida”, es decir el precio de lo que se paga por las lesiones ocasionadas a los terceros víctimas de accidentes.
En concreto, los efectos de la reducción de la alícuota del Impuesto PAIS para la importación de algunos vehículos, o autopartes, solo podría incidir muy marginalmente en el precio de la cobertura de “robo y/o hurto” y de “destrucción total”.
Tasas negativas, otro factor que impulsa precios de los seguros
Por otra parte, y de manera absolutamente independiente con la carga impositiva que afecta al sector, es necesario poner en conocimiento de la opinión pública una dificultad relevante que atraviesa la actividad aseguradora desde principios de año. Esta es la reducción notable de las tasas de interés de las inversiones, las que pasaron de casi acompañar la inflación, a ser notoriamente negativas. No es necesario ser economista o experto en finanzas para conocer esta realidad, pues es la que padece cualquier persona o familia con sus plazos fijos o con los rendimientos que otorgan aplicaciones como Mercado Pago, o similares.
Esta política de reducción de tasas ha provocado que los resultados financieros de los balances cerrados al 30 de junio de 2024 sean catastróficos. Esto afecta a los asegurados, y mucho. Las aseguradoras pagan los siniestros con los fondos que obtienen del cobro de las primas (resultados técnicos) y de los intereses que generan las inversiones (resultados financieros). Si los resultados financieros son negativos, es necesario que los resultados técnicos sean inversamente positivos. De allí que lo que los asegurados pueden esperar es que, lejos de ver reducida la prima por la casi irrelevante baja del precio de algunos vehículos, noten un aumento considerable del precio de su seguro.
Fuente: Río Negro
Enlace: https://www.rionegro.com.ar/economia/bajo-el-impuesto-pais-bajan-los-seguros-3779741/
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