La catástrofe de Rio Grande do Sul puede ser uno de los mayores acontecimientos del sector asegurador, afirma a Valor el presidente de la Confederación Nacional de Aseguradoras (CNseg), Dyogo Oliveira. "Desde el punto de vista del seguro, el evento es ciertamente el mayor o uno de los mayores en muchos, muchos años", afirma.
Recuerda que el país ya ha vivido varios sucesos trágicos, como los accidentes de Brumadinho y Mariana, en Minas Gerais, o las inundaciones en el litoral norte de São Paulo, en febrero del año pasado. "Pero en Rio Grande do Sul, el número de viviendas, personas, empresas y vehículos afectados es mucho mayor. Es, sin duda, uno de los mayores acontecimientos que ha afectado al mercado de seguros en muchos, muchos años."
La CNseg está preparando un estudio preliminar de los impactos en el sector. Según la organización, las primeras cifras se esperan para el fin de semana. Oliveira cree, sin embargo, que es demasiado pronto para tener una cifra más realista. "El número [de reclamaciones abiertas] crecerá en las próximas semanas. Las solicitudes de indemnización siguen siendo bajas porque la gente se está ocupando de otros problemas mucho más importantes en este momento, ocupándose de su propia vida y la de sus familias. Ya se preocuparán de esto [las reclamaciones al seguro] más adelante. Incluso me gustaría ver un número mayor [de indemnizaciones], porque significaría que tenemos más seguros. Por desgracia, aunque es una cifra impactante [de siniestros asegurados], es una cifra pequeña en relación con el total de siniestros".
El presidente del CNseg afirma que el sector absorberá las pérdidas sin dificultad. "Habrá impacto, pero las empresas están muy bien preparadas y capitalizadas para afrontarlo", afirma. Para Oliveira, "no vemos ningún problema [para el sector] e incluso las aseguradoras están anticipando los pagos, prescindiendo de las inspecciones y de la recuperación del coche".
Oliveira destaca que la movilización realizada por las aseguradoras para ayudar a las víctimas de las inundaciones en el Sur "ha sido incomparable a cualquier otro acontecimiento". Recuerda que una acción similar durante las inundaciones en el litoral de São Paulo, cuando las aseguradoras crearon equipos de rescate y utilizaron vehículos especiales, "duró una semana hasta que la situación estuvo bajo control". En la tragedia actual, "hemos visto que han pasado tres semanas y la situación sigue siendo grave".
El presidente del CNseg afirma que la estructura de servicios y asistencia movilizada por el sector fue diseñada para hacer frente a "un acontecimiento totalmente extraordinario". Las aseguradoras, explica Oliveira, se han puesto a disposición de las fuerzas que coordinan los rescates y han atendido a todos los clientes y no clientes.
Para el líder de la confederación, el suceso del Sur trae consigo la perspectiva de que sea necesaria una movilización nacional para que el país se prepare en varios frentes para reducir al máximo los impactos de los fenómenos meteorológicos extremos. "He estado poniendo esto en una perspectiva nacional, creo que el país necesita prepararse en varios frentes, empezando por la prevención. Esto tiene que ver con la ocupación del territorio, con la creación de estructuras de mitigación de riesgos, con la resiliencia de las infraestructuras teniendo en cuenta el aumento de la frecuencia y la gravedad de las situaciones climáticas. El seguro es una herramienta de gestión del riesgo. Las compañías de seguros tienen conocimientos de gestión de riesgos, de cómo reducir los impactos, y el sector puede apoyar al gobierno en esto".
Según él, el país necesita establecer un sistema de evaluación de datos y de alerta ante acontecimientos potencialmente peligrosos. "Hoy no tenemos, por ejemplo, una base de datos centralizada de información sobre incidentes climáticos en el país. El Gobierno recopila una parte de esta información y las empresas tienen otra. Necesitamos reunir estos datos para tener una visión más precisa de las regiones, cartografiando las zonas de riesgo. Tenemos que determinar quién vive en una zona de riesgo, cuántas personas, casas, vehículos y empresas hay y cuál es la magnitud de este riesgo".
En opinión del experto, las autoridades públicas también tienen que mejorar su "función de reacción". Según Oliveira, hoy en día los organismos que responden a las llamadas en situaciones catastróficas sólo tienen una función reactiva y a veces improvisada. "Necesitamos tener herramientas de reacción preestablecidas. Aquí es donde entra la propuesta del seguro social de catástrofes, que prevé la transferencia casi inmediata de recursos a las personas afectadas por un suceso como el del Sur. Se trata de un seguro que proporcionaría una indemnización de 15.000 reales un día después del suceso y, con ello, ayudaría a la parte más vulnerable de la población a disponer de recursos para evacuar las zonas. Muchas personas acaban quedándose en la zona porque no tienen adónde ir".
El presidente del CNseg también defiende las políticas para ampliar el acceso a la cobertura de los seguros. "Es muy importante porque permite a las personas y a las empresas recuperarse tras el suceso. Es lamentable ver que en un siniestro como el de Rio Grande do Sul, dentro de la media nacional, sólo el 10% de las empresas estarían aseguradas. O el 30% de los vehículos. Son cifras bajas. La mayoría de la población lo perderá todo".
Fuente: Valor
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