Brasil envejece rápidamente. Según datos del IBGE, la población mayor de 60 años representaba el 14,7% de los brasileños en 2022 y se prevé que supere el 30% en 2050. Este fenómeno trae consigo una serie de retos, especialmente para el sector asegurador, que necesita adaptarse para satisfacer las nuevas demandas y mantener la sostenibilidad del sistema, especialmente el complementario de salud.
"La longevidad es un logro, pero también impone importantes ajustes. Las reclamaciones tienden a aumentar a medida que las personas mayores utilizan más los servicios sanitarios. Por eso es necesario repensar los modelos y los productos, ofreciendo algo más que protección: una asistencia continua y personalizada", explica Igor Rodrigues, director general de 3R4 Seguros, correduría especializada en soluciones para empresas y familias.
Según la Agencia Nacional de Salud Suplementaria (ANS), la tasa de siniestralidad de los planes de salud ha ido en aumento en los últimos años, alcanzando el 87,3% en el primer trimestre de 2024, una de las más altas jamás registradas. Este aumento está directamente relacionado con el mayor uso de procedimientos, exámenes y hospitalizaciones por parte de la población de edad avanzada.
En opinión de la correduría, esta realidad presiona los costes del sector y exige un esfuerzo conjunto entre aseguradoras, operadores y corredores para ofrecer soluciones que equilibren calidad y viabilidad financiera.
Para hacer frente a este escenario, las aseguradoras están desarrollando planes más adaptados a las necesidades de las personas mayores, centrándose en soluciones que ofrezcan atención continuada y calidad de vida.
Entre las principales tendencias están la inclusión de redes de derivación con especialidades geriátricas, programas específicos para el seguimiento de enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes, la potenciación de la telemedicina y la atención domiciliaria -que garantizan más comodidad y eficacia-, así como la creación de clubes de prestaciones de bienestar, con iniciativas centradas en la nutrición, la actividad física y la salud mental.
"La personalización es el camino a seguir. No se trata sólo de ofrecer un plan de salud, sino de crear soluciones integradas que tengan en cuenta el estilo de vida de las personas mayores, fomenten la prevención y contribuyan a la calidad de vida", subraya el especialista.
La sostenibilidad del sistema requiere innovación y gestión activa
Otro punto crítico es la sostenibilidad financiera del sistema. Con más personas mayores en la base de usuarios, el coste por vida tiende a aumentar. Esto exige una gestión cada vez más inteligente y basada en datos.
La inteligencia artificial, el análisis predictivo y las herramientas de supervisión continua se están utilizando para anticipar riesgos, evitar despilfarros y garantizar el mejor uso de los recursos disponibles.
3R4 Seguros también destaca la importancia de la educación del consumidor: "Concienciar sobre el buen uso del plan y fomentar prácticas saludables reduce el impacto de los siniestros y beneficia a todo el ecosistema."
El envejecimiento de la población brasileña no es una tendencia futura: es una realidad presente. Y frente a ella, las aseguradoras y los corredores de seguros están asumiendo un nuevo papel: el de agentes de transformación en términos de salud, longevidad y calidad de vida.
Para Igor, ha llegado el momento de innovar con responsabilidad. "Nos enfrentamos a una transición demográfica sin precedentes. Tenemos que combinar tecnología, empatía y estrategia para garantizar que el sistema sea sostenible y que la población anciana reciba la atención que merece."
Fuente: Valor
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