En Costa Rica, conducir con precaución ya no basta para evitar consecuencias económicas. El país enfrenta un repunte preocupante en los accidentes de tránsito: entre enero y junio de 2025 se registraron 307 muertes en carretera, frente a 231 en el mismo periodo de 2024, según el MOPT. La Cruz Roja reporta que, en solo siete meses, se atendieron 30.000 accidentes, es decir, uno cada nueve minutos.
Las víctimas son, en su mayoría, jóvenes entre 18 y 37 años, muchos de ellos sin licencia. El COSEVI señala que más de la mitad de los motociclistas fallecidos no contaban con permiso para conducir, un dato que evidencia un problema estructural que aumenta los riesgos para todos los usuarios de la vía, incluso para quienes cumplen la normativa.
Ante este panorama, el Instituto Nacional de Seguros (INS) anunció el aumento de deducibles y primas en sus pólizas voluntarias de vehículos. En algunos casos, los asegurados deberán cubrir hasta ¢500.000 antes de que el seguro asuma los gastos de un accidente. Según la institución, la medida busca incentivar una conducción más responsable, en respuesta al crecimiento en los reclamos, que pasaron de 24.000 en 2022 a 30.000 en 2024.
Esto significa que incluso los conductores responsables enfrentarán mayores costos por la imprudencia de otros, reflejando un sistema en el que las decisiones ajenas impactan directamente en el bolsillo de quienes cumplen la ley. Sin soluciones estructurales que ataquen las causas del problema vial, la tendencia amenaza con seguir perjudicando a todos los asegurados.
Fuente: Telética
Proveemos información Técnica y Financiera del Mercado Asegurador