Accidentes en alza, falta de conciencia aseguradora y un sistema que no cubre los costos son parte de una crisis que analizó un experto.
En Argentina, el 60% del parque automotor no cuenta con seguro. En Tucumán, donde los accidentes de tránsito han aumentado en los últimos años, este dato se suma a un panorama preocupante: falta de conciencia sobre la importancia de la cobertura, elevada siniestralidad y un transporte público deficiente.
“Lo contratan sólo para pasar el control policial, sin entender que el seguro cumple un rol social, que va más allá de proteger el auto ante un accidente”, advirtió Agustín Serenelli, gerente regional de la Federación Patronal de Seguros, en diálogo con LG Play.
Un sistema insuficiente
Según Serenelli, el sistema de seguros en la provincia es insuficiente para cubrir los costos que generan los siniestros.
“Estamos ante una situación en la que el costo de los siniestros excede lo que se cobra por las pólizas. Si las aseguradoras cobraran lo que realmente necesitan, el precio sería cinco veces superior al actual. Pero en este contexto económico, sería inalcanzable para la mayoría de los tucumanos”, explicó.
En la práctica, el alto índice de accidentes golpea tanto a usuarios como a aseguradoras, generando un círculo vicioso difícil de romper: más siniestros implican más costos, lo que presiona las tarifas, y a su vez empuja a más conductores a circular sin seguro.
Conciencia aseguradora
El especialista señaló que, en el país, la contratación del seguro muchas veces responde a la obligación legal y no a una convicción de cuidado o responsabilidad civil.
Y en comparación con países desarrollados, donde primero se asegura la vida, en Argentina el orden de prioridades es distinto, auto, vivienda y vida. “Esto muestra nuestras prioridades equivocadas como sociedad. Deberíamos pensar en el seguro como una herramienta de protección a terceros, no sólo como un trámite”, lamentó Serenelli.
La baja conciencia aseguradora se refleja también en la cantidad de conductores que no conocen qué cubre su póliza, o que eligen la opción más económica sin evaluar si los protege en casos graves.
Siniestralidad
Tucumán se ubica entre las provincias con mayor siniestralidad del Noroeste. Esto repercute directamente en el valor de las pólizas, ya que el sistema de seguros se rige por la “ley de los grandes números”: los costos se reparten por zonas de riesgo.
En otras palabras, los tucumanos terminan subsidiando parte del costo de los seguros en provincias con menor tasa de accidentes.
Otro de los principales focos de siniestralidad en la provincia son las motos. Serenelli advirtió que esto está directamente relacionado con la falta de un transporte público eficiente y accesible. “Si el transporte estuviera mejor desarrollado, muchas personas dejarían la moto y se trasladarían en colectivo”, señaló.
Para Serenelli, esto se suman otros factores como el mal estado de las calles, la escasa señalización, la falta de iluminación y el incumplimiento de las normas básicas de tránsito.
Una solución integral
En las últimas semanas, el sector privado, las aseguradoras y el Gobierno provincial comenzaron a trabajar en un plan interinstitucional para reducir la siniestralidad y mejorar la conciencia vial.
“No buscamos señalar al Estado, sino colaborar para coordinar esfuerzos que hoy se hacen de forma aislada”, dijo Serenelli.
La iniciativa contempla campañas de educación vial en escuelas, mejoras en infraestructura, controles más estrictos y un incentivo a la contratación de seguros mediante beneficios fiscales. “La infraestructura, la educación y el transporte público deben avanzar de manera coordinada. No hay una solución mágica”, sostuvo.
El desafío es lograr que estas acciones no queden sólo en el papel y que la coordinación entre instituciones se mantenga en el tiempo.
Los cinco ejes principales para la transformación del tránsito en Tucumán.
- Datos para la acción: crear un sistema de monitoreo permanente de la siniestralidad vial que articule fuentes públicas y privadas. Sin información precisa, no se pueden diseñar políticas efectivas.
- Educación para el cambio: Implementar capacitaciones obligatorias para todos los actores y campañas educativas masivas. La educación vial debe convertirse en una política de Estado.
- Control policial estratégico y transparente: Reconfigurar el rol policial con presencia sostenida y el uso de tecnología, como cámaras corporales, para garantizar la integridad y la trazabilidad de los operativos.
- Tecnología y sanciones efectivas: Fortalecer el control con radares y cámaras, y crear un Fondo Provincial de Seguridad Vial alimentado con el 100% de las multas, que se destinará exclusivamente a mejorar la infraestructura y la educación vial.
- Comunicación para el cambio de hábitos: Impulsar campañas emocionales y creativas con el apoyo de medios, influencers y víctimas, para crear una nueva narrativa social de cuidado mutuo en la vía pública.
Fuente: La Gaceta
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