El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (PT) decidió endurecer las reglas de Proagro, un programa de seguro rural financiado con un subsidio del gobierno federal. El objetivo es resolver los problemas y frenar el fraude que contribuyó a la explosión del gasto político en los últimos años.
Los cambios entrarán en vigor el 1 de julio, coincidiendo con el próximo año agrícola, y se espera que generen ahorros de R$ 2,9 mil millones en 2024 y 2025, informó el Banco Central.
Entre las medidas están la reducción del porcentaje de cobertura del seguro cuanto mayor sea el riesgo de cultivar el cultivo en una determinada región y la exigencia de imágenes satelitales para comprobar las pérdidas.
Las reglas de Proagro ya estaban en la mira del Ejecutivo, como demostró Folha. El área económica creó un grupo de trabajo para mapear las razones detrás de la explosiva trayectoria de costos del programa, que está enfocado en pequeños y medianos productores.
De 2020 a 2023, el costo saltó de R$ 1,9 mil millones a R$ 9,4 mil millones. Este año se reservaron R$ 3,86 mil millones y se temía que fuera necesario asignar más recursos. Las medidas ayudan a reducir esta presión sobre el Presupuesto.
En el diagnóstico del gobierno, una de las fallas del programa es que los bancos que otorgan financiamiento son los mismos agentes que juzgan si se debe pagar o no el seguro en caso de accidente.
Un informe del TCU (Tribunal Federal de Cuentas) señaló que la norma reduce el incentivo para que las instituciones controlen adecuadamente los cultivos, además de permitir conductas negligentes por parte del productor, que recibe una compensación total en caso de pérdidas.
La valoración de los técnicos es que ese diseño favoreció el fraude e incluso la creación de cultivos ficticios sólo para embolsarse el seguro, práctica que fue bautizada como “plantar Proagro” entre bastidores del gobierno.
Los cambios aprobados este lunes (8) por el CMN (Consejo Monetario Nacional) no resuelven el conflicto de intereses, que sólo podrá resolverse con un cambio en la ley. Pero restringen el alcance del seguro y endurecen los requisitos para acceder al mismo.
Una de las resoluciones reduce el límite de inclusión obligatoria en el programa de R$ 335.000 a R$ 270.000 por año agrícola. Este es el monto máximo de crédito por costos que cubrirá el seguro Proagro.
Según el BC, la medida aumentará el enfoque del programa hacia los agricultores familiares y pequeños productores, además de reducir costos. El gobierno estima un ahorro de R$ 1,2 mil millones sólo con este cambio.
Otro cambio es la implementación de una escalera para el porcentaje de cobertura del seguro, según los rangos de riesgo de las zonas de siembra.
El gobierno cuenta con una herramienta llamada Zarc (Zonificación de Riesgo Climático Agrícola), que indica el riesgo de pérdida si se cultiva un determinado cultivo en una zona del país. El objetivo es permitir a los productores identificar el mejor momento de siembra para diferentes tipos de suelo.
Los estudios indican áreas donde la probabilidad de pérdida de ingresos es del 20%, 30% o 40%. Cuanto mayor sea el porcentaje, mayor será el riesgo de pérdidas.
En los términos actuales, el productor recibe una compensación total de Proagro independientemente de su clasificación. A partir del 1 de julio, el pago total sólo se deberá a quienes se encuentren en la zona con un riesgo de pérdida del 20%. En la zona con 30% de riesgo, la cobertura del seguro será del 75% del costo. En la zona del 40% la compensación sólo cubrirá el 50% del crédito.
El cambio debería generar un ahorro de 938 millones de reales para las arcas públicas entre 2024 y 2025, pero las ganancias podrían ir más allá.
Entender los cambios en Proagro:
Fuente: Sindseg
Enlace: https://www.sindsegsp.org.br/site/noticia-texto.aspx?id=36112
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