Los fenómenos climáticos extremos cambian los modelos de riesgo y afectarán al precio de las pólizas
Puede que cubrir los daños causados por catástrofes no sea nuevo en el mercado de seguros, pero el cambio climático ha traído nuevos desafíos. La frecuencia y gravedad con la que se producen estos hechos hace saltar las alarmas en el sector. Las aseguradoras están ajustando sus modelos de riesgo para mantenerse al día con esta nueva realidad.
Según la reaseguradora Munich Re, sólo en el primer semestre del año los desastres naturales causaron pérdidas por valor de 120 mil millones de dólares. De ellos, el 68% son resultado de fenómenos climáticos extremos, como tormentas, inundaciones e incendios forestales. Las pérdidas aseguradas ascendieron a 62.000 millones de dólares, cifra superior a la media de 37.000 millones de dólares de los últimos diez años. Brasil suele representar alrededor del 1,5% de esta cifra, pero eventos extremos en el país, como las inundaciones en Rio Grande do Sul, han ganado intensidad, con pérdidas cercanas a los 6 mil millones de reales.
Una encuesta del Swiss Re Institute reveló que 27 catástrofes en 2023 provocaron 5.100 millones de dólares en pérdidas aseguradas y casi 16.000 millones de dólares en pérdidas económicas en América Latina. A nivel mundial, el 76% de las pérdidas aseguradas están asociadas a fenómenos meteorológicos extremos. Los ejemplos incluyen tormentas severas y tornados en Estados Unidos, con pérdidas de 45 mil millones de dólares, y lluvias históricas en el Golfo Pérsico, que causaron daños por 8,3 mil millones de dólares en los Emiratos Árabes Unidos.
El director general de Munich Re, Karsten Steinmetz, destaca la dificultad de estimar las pérdidas para 2024, dado el comportamiento climático atípico. Menciona el huracán Milton, en Florida, uno de los más intensos en tamaño y velocidad, pero con un impacto menor al esperado. “Para 2024, las pérdidas climáticas podrían alcanzar los 150 mil millones de dólares”, dice Steinmetz.
Swiss Re refuerza que la evaluación de riesgos debe cambiar, dado el aumento en la frecuencia y gravedad de los eventos climáticos. En Brasil, los ejemplos incluyen ciclones, sequías y lluvias torrenciales en Rio Grande do Sul, además de la tormenta que dejó a São Paulo sin electricidad en octubre. “Necesitamos educar a los corredores y a los clientes para facilitar el acceso a los seguros”, dice Fred Knapp, presidente de Swiss Re Brasil.
Knapp destaca que es fundamental detallar los riesgos con mayor precisión. “Es necesario identificar mejor el nivel de exposición a nuevos fenómenos, como los deslizamientos de tierra. Este trabajo debe realizarse a cuatro manos, para que el consumidor comprenda los beneficios del seguro”, explica.
En el caso de las inundaciones en Rio Grande do Sul, las pérdidas ascendieron a R$ 5,8 mil millones hasta julio y podrían llegar a R$ 10 mil millones. Sin embargo, sólo entre el 8% y el 10% de este total estaba asegurado, lo que demuestra una gran brecha de protección.
Según Felipe Nascimento, director general de Mapfre en Brasil, la imprevisibilidad de los fenómenos meteorológicos dificulta el cálculo de riesgos y políticas de precios. Además, existen presiones regulatorias y sociales para que el sector adopte prácticas más sostenibles. “Se está animando a las compañías de seguros a orientar sus inversiones hacia proyectos y empresas sostenibles, lo que exige una reevaluación de las estrategias de inversión”, afirma Nascimento.
Los acontecimientos extremos también están encareciendo las políticas. El Índice Global del Mercado de Seguros de Marsh muestra que, en América Latina y el Caribe, las tasas de seguros para riesgos inmobiliarios aumentaron un 2% en el segundo trimestre de 2024, influenciadas por Brasil. Catástrofes recientes, como las lluvias en Rio Grande do Sul y los deslizamientos de tierra en la costa norte de São Paulo, han llevado a las aseguradoras a revisar los criterios de suscripción y limitar la cobertura por inundaciones.
Guy Carpenter, que gestiona 61.000 millones de dólares en contratos de reaseguro a nivel mundial, ha lanzado una nueva herramienta de modelización predictiva de riesgos climáticos en Brasil. La solución utiliza datos meteorológicos, topográficos y ambientales para predecir pérdidas financieras en el sector público y privado. “Esta herramienta es innovadora para Brasil, ya que ayuda a estimar con precisión los impactos de tormentas e inundaciones”, explica Pedro Farme, director general de Guy Carpenter.
A pesar de las restricciones a la oferta de seguros en regiones como Florida y California, Brasil mantiene un mercado funcional capaz de asumir riesgos. “En el caso de Rio Grande do Sul, el mercado de seguros estaba preparado, con 60 mil reclamaciones de indemnización respondidas para automóviles, viviendas, empresas e infraestructura”, dice Dyogo Oliveira, presidente de CNseg.
Según Oliveira, las pérdidas totales derivadas de la catástrofe de Rio Grande do Sul podrían alcanzar los 100 mil millones de reales, de los cuales 6 mil millones de reales están asegurados. Sin embargo, advierte de la necesidad de atención, ya que la infraestructura urbana es frágil para hacer frente a eventos extremos y la tasa de cobertura aún es baja. “Solo el 15% de las propiedades, el 10% de las pequeñas empresas y el 11% de las personas tienen seguro de vida. En el caso de los seguros rurales, la cobertura es sólo del 10%, mientras los desastres climáticos van en aumento”, concluye Oliveira.
Fuente: Sindseg
Enlace: https://www.sindsegsp.org.br/site/noticia-texto.aspx?id=36321
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