Elizabeth Henderson, de Aon, destacó una brecha de protección climática de 223 mil millones de dólares y advirtió que los modelos de seguros tradicionales suelen ser demasiado lentos y complejos para seguir el ritmo de los desastres climáticos de rápida evolución, en particular en regiones con recursos limitados, al tiempo que señaló al seguro paramétrico como un posible catalizador para un cambio transformacional.
El Director Global de Asesoramiento Climático de Aon afirmó en un artículo reciente que en las regiones donde los recursos son limitados, esperar semanas o meses para recibir los pagos puede significar la diferencia entre una recuperación rápida y una crisis a largo plazo.
Aquí es donde el seguro paramétrico ofrece la oportunidad de un cambio transformador. A diferencia de la cobertura tradicional, el seguro paramétrico paga automáticamente cuando se cumplen ciertas condiciones. Esto permite a las comunidades acceder a los fondos rápidamente y acelerar el proceso de recuperación, explicó Henderson.
Henderson reiteró que las soluciones paramétricas son particularmente valiosas en regiones donde los seguros tradicionales son escasos.
Señaló que en los pequeños países insulares y las zonas agrícolas, estos productos han demostrado ser muy eficaces para brindar un alivio rápido.
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En consecuencia, la demanda de seguros paramétricos se está acelerando en Asia-Pacífico, África subsahariana y el Caribe.
No podemos afrontar los riesgos climáticos actuales con las herramientas de ayer. A medida que los desastres meteorológicos aumentan en frecuencia e intensidad, el imperativo es claro: debemos pasar de la recuperación reactiva a la resiliencia proactiva, añadió Henderson.
Continuó: “Eso significa invertir en modelos innovadores de transferencia de riesgos, ampliar el acceso a la protección financiera y fortalecer la infraestructura antes de que ocurra el desastre.
“Los seguros paramétricos, los bonos de catástrofe y las asociaciones público-privadas ya están ayudando a las comunidades a proteger lo que más importa.
Cerrar la brecha de protección climática de 223 000 millones de dólares requerirá previsión, colaboración y medidas audaces. Los expertos están replanteando los sistemas tradicionales de gestión de riesgos y diseñando soluciones más adaptables para satisfacer las necesidades futuras de un clima en rápida evolución.
Fuente: Reinsurance
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