En los últimos meses, Rio Grande do Sul ha sufrido la peor catástrofe climática de su historia. Los datos del último boletín de Defensa Civil indican que hay 31 desaparecidos por las inundaciones en el estado, 806 heridos, cerca de 2,4 millones de damnificados y 478 municipios afectados.

Otros datos llamativos, según el presidente del Sindicato de Corredores de Seguros de Minas Gerais (Sincor-MG), Gustavo Bentes, proceden de la Confederación Nacional de Seguros (CNseg): no más del 30% de los hogares, empresas, comercios y hospitales afectados por la tragedia tenían póliza de seguro.

"Lo más grave es que de este porcentaje de afectados que tenían cobertura, sólo 1/3 estaba protegido por siniestros relacionados con las inundaciones y, por tanto, podía ser debidamente indemnizado", señala, y añade que, incluso entre este 10%, no todos disponían de capital suficiente para recuperar íntegramente su patrimonio.

"Por ejemplo, muchas personas contrataron una cobertura contra inundaciones e invirtieron 50.000 reales en la póliza. Pero la casa, totalmente devastada, valía 1 millón de reales".

Estos datos, como señala el ejecutivo, indican un hallazgo alarmante: los brasileños, por desgracia, no tienen el hábito de la prevención.

"También es importante destacar que muchos de estos consumidores no contrataron el seguro a través de un profesional. Compraron la póliza por internet o en sucursales bancarias, lugares que, aunque autorizados a vender protección contra siniestros, no cuentan con el respaldo de los conocimientos técnicos de un corredor cualificado, regulado por la autoridad federal del mercado, la Superintendencia de Seguros Privados (Susep)."

El "Global Catastrophe Recap Report" de Aon reveló que las catástrofes naturales en todo el mundo provocaron pérdidas económicas de más de 117.000 millones de dólares en el primer semestre de este año, una cifra inferior a la media del siglo XXI (137.000 millones) y significativamente inferior a las pérdidas registradas en el mismo periodo de 2023 (226.000 millones).

En Brasil, el informe destaca los importantes acontecimientos catastróficos que afectaron al país, destacando las inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul. Entre el 28 de abril y el 3 de mayo, las lluvias históricas que azotaron el estado, incluida la Región Metropolitana de Porto Alegre, provocaron pérdidas económicas estimadas en 2.450 millones de dólares. Estos acontecimientos pusieron de manifiesto la vulnerabilidad de las infraestructuras locales y la necesidad de invertir en medidas de protección contra las inundaciones.

"Lo más grave es que, de este porcentaje de afectados que estaban cubiertos, sólo 1/3 estaba protegido por siniestros relacionados con inundaciones y crecidas y, por tanto, podía ser debidamente indemnizado", señala, añadiendo que, incluso entre este 10%, no todos disponían de capital suficiente para recuperar totalmente su patrimonio.

"Por ejemplo, muchas personas contrataron una cobertura contra inundaciones e invirtieron 50.000 reales en la póliza. Pero la casa, totalmente devastada, valía 1 millón de reales".

Estos datos, como señala el ejecutivo, indican un hallazgo alarmante: los brasileños, por desgracia, no tienen el hábito de la prevención.

"También es importante destacar que muchos de estos consumidores no contrataron el seguro a través de un profesional. Compraron la póliza por internet o en sucursales bancarias, lugares que, aunque autorizados a vender protección contra siniestros, no cuentan con el respaldo de los conocimientos técnicos de un corredor cualificado, regulado por la autoridad federal del mercado, la Superintendencia de Seguros Privados (Susep)."

El "Global Catastrophe Recap Report" de Aon reveló que las catástrofes naturales en todo el mundo provocaron pérdidas económicas de más de 117.000 millones de dólares en el primer semestre de este año, una cifra inferior a la media del siglo XXI (137.000 millones) y significativamente inferior a las pérdidas registradas en el mismo periodo de 2023 (226.000 millones).

En Brasil, el informe destaca los importantes acontecimientos catastróficos que afectaron al país, destacando las inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul. Entre el 28 de abril y el 3 de mayo, las lluvias históricas que azotaron el estado, incluida la Región Metropolitana de Porto Alegre, provocaron pérdidas económicas estimadas en 2.450 millones de dólares. Estos acontecimientos pusieron de manifiesto la vulnerabilidad de las infraestructuras locales y la necesidad de invertir en medidas de protección contra las inundaciones.

En el primer semestre de 2024, la brecha de cobertura de seguros se redujo al 50%, alrededor de 59.000 millones de dólares, una de las más bajas jamás registradas, como resultado de los altos niveles de pagos de seguros por daños causados por fuertes tormentas.

El informe también muestra que, a escala mundial, las pérdidas económicas aseguradas en el primer semestre de 2024 fueron de al menos 58.000 millones de dólares.

"Este valor asegurado está por encima de la media del siglo XXI, de 39.000 millones de dólares, pero por debajo de los tres últimos años, en los que las pérdidas aseguradas en el primer semestre superaron los 60.000 millones de dólares". El total de víctimas mortales debidas a catástrofes naturales se estimó en más de 6.000, cifra significativamente inferior a las medias a largo plazo y la más baja desde 2020", señala el análisis.

 

Fuente: Fenacor

Enlace: https://www.fenacor.org.br/noticias/enchentes-so-10-dos-atingidos-tem-seguro