La creciente amenaza de los ciberataques en el mundo ha generado un debate sobre la necesidad de los ciberseguros como parte de una estrategia empresarial, en el hogar o en el sector gubernamental. “Aunque no pueden prevenir incidentes, estos seguros ayudan a las empresas a recuperarse y mitigar los daños económicos”, así lo afirmó el colectivo Proyectos y Suministros Interdisciplinarios (PSI-México).
Ezequiel Aguiñiga Tinoco, presidente del Consejo de Administración de PSI-México, explicó que, “un ciberseguro funciona como otros tipos de pólizas, ofreciendo cobertura ante costos derivados de ataques cibernéticos, desde pérdida de ingresos hasta recuperación de datos. Este recurso permite a las empresas volver a operar con rapidez, reduciendo el impacto financiero”.
El también investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en nuevas tecnologías detalló que, “los ciberseguros incluyen servicios para gestionar crisis y cubrir gastos legales relacionados con incidentes de ciberseguridad. Sin embargo, no están exentos de limitaciones, como exclusiones relacionadas con multas por regulaciones internacionales”.
“El costo de las pólizas puede parecer elevado, pero al compararlo con las pérdidas potenciales de un ciberataque, el ciberseguro se convierte en una inversión razonable. Antes de contratarlo, las empresas deben evaluar su nivel de exposición al riesgo”, relató.
Aguiñiga Tinoco expuso en entrevista que, en los últimos años, la demanda de ciberseguros ha fluctuado. Aunque inicialmente aumentó debido al incremento de ciberataques, la alza de costos provocó un breve descenso. Ahora, con una mayor competencia entre aseguradoras, la demanda está repuntando.
No obstante, los ataques de ransomware han complicado el panorama para las aseguradoras, llevando a un endurecimiento de las evaluaciones previas a la emisión de pólizas. Esto obliga a las empresas a mejorar sus controles de seguridad para obtener cobertura.
El ingeniero Ezequiel Aguiñiga detalló que, este cambio ha tenido un efecto positivo al impulsar una mayor madurez en ciberseguridad. Las aseguradoras exigen ahora medidas robustas, alineando su enfoque con normativas internacionales y presiones regulatorias.
“Sin embargo, el ciberseguro no es una solución mágica. Muchas pólizas no cubren ataques patrocinados por estados, argumentando que estos eventos constituyen ciberguerra, una exclusión que afecta al 90% de las aseguradoras”, dijo.
El investigador del IPN sostuvo que, “el error humano es otra exclusión común. Si una empresa no implementa adecuadamente sus controles de seguridad, podría enfrentar el rechazo de su reclamo. Esto subraya la necesidad de combinar ciberseguros con estrategias integrales de seguridad”.
El ingeniero Aguiñiga Tinoco propuso las siguientes preguntas clave, antes de contratar un ciberseguro: “¿Qué impacto tendría una interrupción prolongada en sus operaciones? ¿Qué tan rápido puede responder a un ataque cibernético? ¿Está dispuesto a asumir el riesgo financiero de operar sin seguro?”.
Además, detalló el especialista del IPN, “es crucial entender las condiciones de las pólizas y evaluar si se adaptan a las necesidades específicas del negocio. El ciberseguro es una herramienta valiosa, pero debe ser parte de un enfoque más amplio que incluya controles preventivos, análisis continuo y una rápida respuesta a incidentes. La decisión de contratarlo depende del nivel de tolerancia al riesgo y la preparación de cada organización”.
Fuente: Sociedad Noticias
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