España es el país europeo con los seguros de salud más baratos, con primas medias que oscilan entre los 69 y los 198 euros mensuales, en función de los perfiles de los pacientes. Eso nos posiciona por debajo de Italia, Portugal, Reino Unido, Suecia y Suiza. Son datos del informe 'Estudio comparativo del seguro de salud en España con países de su entorno', que se ha presentado este miércoles en el marco de la Cátedra de Salud Sostenible y Responsable de la Universidad Complutense de Madrid y que cuenta con el apoyo de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE).
El trabajo analiza los sistemas de aseguramiento privado en España, Italia, Portugal, Reino Unido, Suecia y Suiza y arroja una primera conclusión: en Europa las pólizas son hasta un 79% más caros que en nuestro país que, además, es de los que ofrece mayores coberturas: desde Atención Primaria pasando por hospitalización, intervenciones quirúrgicas, pruebas diagnósticas y tratamientos avanzados.
Dentro de las conclusiones del estudio, los expertos de la Cátedra alertan de que este bajo precio de las pólizas puede convertirse en un arma de doble filo. Dicen: si bien favorece el acceso, también podría poner en riesgo la sostenibilidad del sistema y "comprometer la capacidad de las aseguradoras de mantener un equilibrio entre accesibilidad, calidad y equidad en la prestación".
Los precios
El estudio comienza poniendo de relieve las diferencias entre las primas medias. Según el documento, la prima media mensual ajustada al PIB de España sitúa a España como el país con la prima más baja, con 116 euros, seguido de Italia (147); Reino Unido (172); Portugal (231); Suiza (253), mientras que de Suecia no se dispone de datos. En España, las pólizas oscilan entre los 69 y los 198 euros mensuales, en función de la edad.
Los expertos explican que existen dos grandes tipos de sistemas sanitarios en Europa, el 'Beveridge', que se caracteriza por ofrecer universalidad, equidad y acceso gratuito a la sanidad para todos los ciudadanos, financiado a través de los impuestos generales, y el 'Bismark', que es aquel que tiene un seguro social obligatorio, financiado por las cotizaciones de trabajadores y empleadores, que proporciona asistencia sanitaria a los cotizantes y cubre a los no cotizantes mediante redes de beneficencia o fondos sociales. España, como Portugal, Italia, Reino Unido o Suecia, se enmarca en el primer modelo, mientras que otros países, como Suiza, se enmarcan en el segundo.
Penetración del seguro
En términos de penetración, España alcanza un 26% de la población cubierta, una cifra similar a la de Portugal (27%) y claramente superior a Italia (20%), Reino Unido (11%) y Suecia (10%). El caso suizo es excepcional, remarca el trabajo, con un 80% debido a la obligatoriedad del seguro básico. Esta tendencia confirma el atractivo del seguro privado español para el usuario, impulsado en parte por el diferencial de precio.
A pesar de esos porcentajes, subrayan los autores del informe, está, junto a Reino Unido, entre los pocos países analizados que no ofrecen incentivos fiscales individuales a la contratación de seguros de salud. Italia, Portugal, Suecia y Suiza sí contemplan deducciones o beneficios fiscales para quienes optan por cobertura privada. En España, los únicos incentivos existentes están vinculados a seguros colectivos.
Las mutualidades
El estudio, además, subraya la singularidad del modelo español. El seguro privado tiene un papel mayoritariamente suplementario, como en el resto de los países de modelo 'Beveridge'. Sin embargo, en España se combina con un uso complementario y, en algunos casos, sustitutivo, gracias, en este caso, a la existencia de mutualidades administrativas (MUFACE, ISFAS, MUGEJU) que permiten a funcionarios elegir libremente entre la red pública o la privada con igualdad de prestaciones. Se trata de un modelo único en Europa, se subraya.
El estudio indica que más de la mitad de las pólizas en España se contratan a través de empresas
Otro factor diferencial es el peso del seguro colectivo: más de la mitad de las pólizas en España se contratan a través de empresas, configurándose como "un beneficio social clave y un motor de acceso al sistema privado". En países como Reino Unido, Suecia o Suiza, por el contrario, este modelo tiene "una presencia marginal", se remarca.
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En cuanto a los copagos, pese a su proliferación en algunas pólizas, el documento refleja que la mayor parte no suelen contar con copagos relevantes, algo que si ocurre en Portugal e Italia. Sin embargo, los periodos de carencia más restrictivos si se dan en España, siendo en algunos casos similares a los existentes en Portugal e Italia.
Fuente: El Día
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