Según Juan Martín Devoto, gerente general de Insur, se observa la voluntad del gobierno de desregular el comercio exterior. La Argentina vuelve a competir y esto representa un desafío enorme desde el punto de vista cultural sobre todo para los pequeños y medianos exportadores e importadores.
"Se están acomodando las variables micro y macro y se nota la intención del gobierno de transparentar las reglas de juego para el comercio exterior. Estas claras señales de previsibilidad mejoran las expectativas. Asimismo, se advierte una tendencia hacia la normalización del sector, tanto en importaciones como en exportaciones. Al flexibilizarse la entrada de insumos y bienes intermedios, las empresas pueden producir y por ende retomar las exportaciones", dijo a Transport & Cargo Juan Martín Devoto, gerente general de Insur.
Especializada en seguros vinculados al comercio exterior, desde InSur se obtiene una visión privilegiada de lo que sucede en este rubro fundamental de la economía argentina.
- La demanda de seguro de crédito a la exportación y de cauciones aduaneras es un buen termómetro para percibir cómo está evolucionando el comercio exterior. ¿Se está advirtiendo una mayor demanda de estos productos?
- Notamos un crecimiento de las garantías aduaneras. Las emisiones y las consultas por pólizas aduaneras, garantías temporarias, de mercadería en tránsito, etc., están creciendo mucho. La participación en nuestra cartera de las pólizas de aduana de Caución subió del 15.28% en el 2023 a 24,84% en lo que va del 2024.
Pero los empresarios tienen que cambiar el chip. Hay que prepararse, hay que salir a buscar nuevos socios comerciales y nuevos mercados. Exportar no es de un día para el otro. Competir necesita tiempo. Exportar es competir con el mundo. La reinserción en el mundo exige herramientas. Y el seguro de crédito no es ni más ni menos que una herramienta para ser más competitivo.
En el caso de los seguros de crédito para exportación se ven más consultas para los mercados tradicionales como el de los países limítrofes y Latinoamérica, México donde prevemos un gran crecimiento por ser una puerta de entrada a los Estados Unidos. También se empieza a retomar el contacto con los países asiáticos con los que Argentina había dejado de actuar por falta de competitividad. Por supuesto que aquí nos referimos al segmento de pequeños y medianos exportadores porque las grandes compañías mantuvieron siempre la exportación.
- ¿Cómo observa el panorama del comercio exterior a partir de la asunción del nuevo gobierno?
- Estamos en la vuelta a la normalidad. Volvemos a competir y esto representa un desafío enorme desde el punto de vista cultural al menos por los próximos tres años que es cuando debemos sentar las bases, porque esto no se va a cambiar de la noche a la mañana.
Vemos que existe una amplia conciencia de desregulación desde el gobierno. Han sacado las SIRA, las licencias no automáticas, y esto es un buen comienzo. Luego deben venir otros temas más relacionados con lo económico como levantar el cepo cambiario y bajar impuestos y retenciones a las exportaciones.
Argentina arrancó este año perteneciendo a los BRICS y no estando en la OCDE. Pasó un mes y renunciamos a los BRICS y firmamos los papeles para ingresar en la OCDE. Este es un paso enorme que quizá para muchos pasó desapercibido.
En este escenario, estamos viendo que el seguro de crédito a la exportación es una herramienta clave. Nosotros pertenecemos a Atradius que es la segunda compañía más importante del mundo en esta especialidad. La herramienta está y ahora, con la apertura, es momento para aprovecharla y salir a competir con este respaldo.
- ¿Cuáles son las principales ventajas de este instrumento para los exportadores frente a otros como la carta de crédito?
- Tomemos el ejemplo de un exportador argentino de vinos que le quiere vender a un cliente en el exterior pero que no cuenta con la posibilidad de otorgar un plazo de entre 120 y 150 días, que es lo habitual en este rubro. En ese escenario, le pide al importador que le pague con carta de crédito y eso implica que quien compra debe ocuparse de la burocracia que implica tramitarla y tomar la línea crediticia con el banco. En definitiva: no es competitivo y pierde el negocio.
Con el seguro de crédito, este exportador puede venderle a sus actuales y nuevos clientes bajo condiciones de crédito previamente evaluadas, sin necesidad de exigir garantías de pago, ahorrando tiempo y recursos en clientes que no califiquen financieramente.
Esto es así porque el Departamento de Análisis de Riesgo de InSur analiza y monitorea a los clientes de nuestros asegurados, a fin de poder anticipar posibles impagos.
Disponemos asimismo de una amplia base de datos, permanentemente actualizada según información financiera, datos de bases públicas y el cruce de información respecto al comportamiento de pago de los clientes con cada uno de sus proveedores, herramienta altamente valorada por nuestros asegurados. Con esta información, por ejemplo, una empresa que quiera abrir nuevos mercados tendrá un panorama previo de las empresas y así puede optimizar tiempo y esfuerzos a la hora de planificar una rueda de negocios.
InSur cuenta además con un sistema de aprobación automática de límites de crédito, permitiendo a nuestros asegurados tener acceso a respuestas instantáneas online a través de nuestra plataforma Extranet.
Ante la eventualidad de un impago, la compañía se encarga del seguimiento periódico de los clientes, la gestión extrajudicial o judicial (ya sea el caso), así como la cobranza, lo que resulta más relevante en el extranjero considerando las diferencias legales, de idioma y culturales que puede desincentivar al acreedor a perseguir el cobro de la deuda.
- ¿Cuál es el alcance de la cobertura?
- Ante un eventual siniestro, InSur indemnizaría hasta un 90 % del impago, según condiciones. De esta forma el asegurado retendría una parte minoritaria del riesgo, pudiendo así mantener una política responsable de otorgamiento y administración de créditos.
Vemos entonces que este seguro se asienta en cuatro patas:
Precalificación crediticia del nuevo cliente y de los actuales. Con el cliente precalificado se le vende, pero mientras la cobertura siga vigente se lo sigue monitoreando.
Si hay un problema con el pago, nos encargamos de gestionar la cobranza.
Y si finalmente no abona, la compañía indemniza a su asegurado.
También se puede contratar adicionalmente una cláusula especial para cubrir el Riesgo Político, que es aquel que cubre las pérdidas derivadas del impago de los créditos por decisiones o situaciones de carácter político ajenas a la insolvencia del comprador, y que contempla:
Guerra, guerra civil, revolución u ocupación del territorio por fuerzas extranjeras.
Expropiación o confiscación, requisición de mercadería, o retraso en la transferencia de divisas por falta de instrucciones de gobierno. Cancelación de permisos de exportación o importación o cancelación unilateral del contrato por el gobierno del importador.
- ¿En qué rubros se está notando mayor movimiento?
- Agro siempre está en la agenda, también todo lo que es químicos, consumo masivo, alimentación. A esto se suman sectores industriales por ejemplo autopartes específicas, metalmecánica e industria plástica. No hay tanto tecnología ni indumentaria.
- ¿Existe en los pequeños y medianos exportadores la cultura de contar con este seguro?
- Hay conocimiento, pero con estos zigzagueos de empresas que exportaron, dejaron de hacerlo y luego vuelven al mercado exterior los volúmenes son muy chicos y capaz que la herramienta se les hace muy costosa. Entonces se mueven con una venta puntual y van por la carta de crédito.
Sin duda que esta vuelta a la normalidad traerá muchas más operaciones de comercio exterior por lo que los pequeños y medianos exportadores se volcarán al seguro de crédito a la exportación por las ventajas ya mencionadas vs la carta de crédito a la exportación.
Fuente: Cronista
Enlace: https://www.cronista.com/transport-cargo/estamos-en-la-vuelta-a-la-normalidad/
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