Los datos de la Confederación Nacional de Aseguradoras (CNseg) muestran que el número de solicitudes de pago de siniestros de seguros relacionados con la tragedia de Rio Grande do Sul alcanzó los 3.885 millones de reales el 19 de junio. En aquel momento se habían presentado 48.870 reclamaciones. La tendencia es que esta cifra aumente en los próximos meses - las estimaciones sugieren que las reclamaciones deberían alcanzar niveles superiores a los 7.000 millones de R$ - convirtiéndose en el mayor caso de reclamaciones de seguros derivadas de un único suceso en Brasil.
Este acontecimiento vivido por la población de Rio Grande do Sul ya ha provocado una visión más amplia del mercado de seguros por parte de los consumidores, aumentando la demanda de protección de sus bienes y, en consecuencia, un impacto en el mercado de seguros para adaptarse a esta nueva demanda.
El sector financiero ha experimentado una intensa digitalización en los últimos años y se espera que esta transformación mejore la experiencia del cliente y aumente la eficiencia operativa, con mejores resultados financieros. En el mercado asegurador se esperaba que esta transformación hacia una mayor digitalización se produjera en los próximos años con el avance del Open Insurance, pero es probable que hechos como este sean cada vez más frecuentes.
Por este motivo, se está impulsando una rápida transición de los procesos tradicionales en papel de las aseguradoras a las plataformas digitales, así como la actualización de los sistemas heredados con el uso de la tecnología en la nube, lo que permite probar nuevas tecnologías con el apoyo de la Inteligencia Artificial (IA) y utilizar los datos de forma más intensiva.
Vale la pena señalar aquí: la presión que las fintechs han ejercido positivamente sobre los bancos no se ha visto en el área de seguros cuando pensamos en insurtechs - se han hecho intentos y se siguen haciendo, pero todavía no hay un modelo que pueda representar una amenaza para las aseguradoras más grandes del país y sus legados bien conocidos. En cambio, algunas insurtech se han insertado en los ecosistemas de algunas de las grandes aseguradoras, acelerando la modernización y no necesariamente actuando como competidoras.
En Brasil todavía existe un potencial sin explotar en el sector, ya que la penetración de los seguros puede considerarse baja. Si antes había poca motivación para avanzar hacia la modernización y la digitalización de los servicios, el mercado de seguros se enfrenta a retos de una magnitud nunca vista. Hay poca o ninguna personalización, no hay un legado modernizado y, en consecuencia, no hay productos personalizados que den lugar a nuevos productos digitales y atraigan a nuevos clientes.
Aprendiendo de otras industrias, esta transformación obligará a todos los participantes en el entorno de los seguros a lidiar con inmensos volúmenes de datos que necesitan ser transformados en información, ya sea para la toma de decisiones o para un mejor servicio al cliente. En este escenario, el uso de la IA será indispensable para ayudar en los recorridos de atención al cliente, la prevención del fraude, la productividad de los equipos de back-office, así como para generar oportunidades de desarrollo de nuevos negocios.
Fuera de Brasil, la gama de ofertas de seguros es infinitamente mayor que aquí, donde la mayoría de los brasileños todavía no ven la contratación de seguros como algo positivo. Sin embargo, incluso en el entorno empresarial, la necesidad de una póliza ya no puede considerarse trivial. Según la Federación de Industrias de Rio Grande do Sul (Fiergs), el 81% de las industrias se vieron afectadas por las inundaciones, una cifra muy significativa en la quinta economía del país.
Según los expertos, fenómenos climáticos como los registrados en los últimos 12 meses en RS (antes de la tragedia más reciente, el estado ya había sido asolado por fuertes lluvias en las inundaciones de 2023) serán cada vez más frecuentes. En este sentido, la digitalización y la transformación tecnológica en el mercado de seguros deberían conducir, por ejemplo, al uso de herramientas sofisticadas que ayuden a medir los riesgos de forma predictiva. En este sentido, la IA ya se considera un enorme aliado potencial.
Además, la tecnología también puede ser un aliado en innovaciones que aborden los diversos procesos burocráticos que implican desde la contratación de una póliza de seguros hasta la tramitación de un siniestro. Los bancos que ofrecen pólizas a sus titulares van en esa dirección, y esa competencia no debería estar fuera del radar de las modernizaciones propuestas a las aseguradoras brasileñas.
Eficacia operativa. Este es un lema que une los retos de bancos y aseguradoras, pero los primeros están dando pasos más allá que las segundas. Estandarizar, automatizar y digitalizar procesos que aún son humanos es el paso que debe dar el mercado de seguros. Sin embargo, hay que entender que, aunque urgente, se trata de un movimiento a medio y largo plazo, con cambios en todo el proceso de back office, que es notoriamente sensible, y ecosistemas completos que se trasladan al entorno de la nube.
Son estos movimientos los que nos permitirán actuar y cubrir acontecimientos como los de Río de Janeiro con mayor vigor y presencia. Y, como ocurre con todo lo que afecta a la vida cotidiana de las personas, hay prisa.
Fuente: Segs
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