En una entrevista con RSB, Rafaela Barreda, nueva presidenta de la organización, afirma que el impacto tenderá a afectar a la oferta de capacidad y a la fijación de precios
Fenaber advierte del impacto de las nuevas normas en la capacidad y los precios del reaseguro
Los gestores de riesgos han expresado su temor de que la nueva Ley de Contrato de Seguro, que entra en vigor en diciembre, provoque restricciones de capacidad o subidas de precios en el mercado brasileño.
La nueva presidenta de la Federación Nacional de Empresas de Reaseguro (Fenaber), Rafaela Barreda, afirma que no se puede descartar este riesgo.
Para ella, lo que preocupa al mercado es la incertidumbre sobre las nuevas reglas y el impacto que tendrán en el funcionamiento del sector. Al final, sin embargo, el impacto se notará en los precios y puede que incluso en la oferta de coberturas por parte de algunas aseguradoras.
La nueva legislación no distingue entre lo que es un riesgo para el consumidor y lo que es un riesgo para una gran empresa. Ha habido una laguna de comprensión y no está claro cómo funcionará. ¿Cuáles serán las nuevas prácticas del corredor, del asegurador, del corredor de reaseguros y del propio reasegurador con la nueva normativa? Ese es el gran reto.
Las dudas sobre la nueva ley son hoy una constante en el mercado. Fuentes han declarado a este corresponsal que decenas de compañías de seguros están pagando cursos organizados por abogados que han participado en la redacción de la ley para intentar entender lo que va a pasar.
Mientras tanto, el trabajo de regulación infralegal que va a llevar a cabo la SUSEP está aún en pañales. A sólo seis meses de una ley que pretende revolucionar el sector, la falta de definición no hace sino aumentar las dudas de los distintos participantes en el mercado.
"Hablando con los gestores de riesgos, muchos temen que pueda haber una restricción de la capacidad debido a las incertidumbres del mercado de reaseguros", observa Barreda. "Pero no es una cuestión de falta de capacidad, sino de cómo van a funcionar las condiciones del contrato".
Quien calla no siempre otorga
En el caso del reaseguro, las incertidumbres se alimentan de las novedades que introduce la ley y que causan extrañeza entre quienes trabajan en el sector.
Barreda destaca, por ejemplo, la aceptación tácita de los riesgos. La ley establece que si un reasegurador no responde a una solicitud de cotización de una cedente en el plazo de un mes, el reaseguro se considerará automáticamente aceptado.
La aceptación por silencio no existe en el mercado internacional, en el mercado del reaseguro ni en ningún otro sector. Cuando hablamos de reaseguro, hablamos de transferencia de riesgos. Hay que entender la operación del asegurador, el riesgo que se transfiere, cuáles son los términos y condiciones, cuál es el porcentaje de participación y cuánta capacidad puede ofrecer el reasegurador. No se puede aceptar por silencio.
La aceptación tácita del riesgo es un ejemplo extremo, quizás, de una medida ajena a las prácticas del mercado. No todas las innovaciones introducidas por la nueva ley son tan controvertidas, pero Barreda cree que las relaciones entre los distintos participantes en el mercado deberán cambiar igualmente.
Por ejemplo, la ley hace mucho más riguroso el proceso de recopilación de información sobre el riesgo en el momento de la suscripción y endurece los requisitos para la solicitud de datos a los suscriptores cuando se produce un siniestro.
En ambos casos, se limitará el número de veces que se puede solicitar información, y también habrá plazos para la liquidación del siniestro.
Estas limitaciones son difíciles de aplicar cuando se trabaja con riesgos más complejos y pueden llevar a algunas empresas a abandonar segmentos en los que tienen menos experiencia.
El mercado primario puede sufrir un cambio, y hoy no puedo decir si será positivo o negativo. Quizá las aseguradoras prefieran concentrarse en los riesgos que mejor conocen y controlan, y trabajar menos en los que no controlan tan bien.
...y también con mayor anticipación
Este impacto tiende a extenderse por todo el mercado, ya que una gran parte de los riesgos complejos suscritos por los aseguradores primarios acaba en las carteras de los reaseguradores.
"Los cambios afectarán a la relación comercial entre el asegurador y el reasegurador. Ambas partes tendrán que ajustarse muy bien a las nuevas prácticas para que se cumplan los plazos y se transmita la información", dice Barreda. "Ya no será posible solicitar cobertura de la noche a la mañana. Habrá que preparar bien las decisiones".
Pero señala que este mayor cuidado también podría acabar teniendo un efecto positivo en un mercado en el que muchos agentes tienen tendencia a dejar las cosas para el último momento.
El mercado está muy acostumbrado a las peticiones de ayuda de un día para otro. Y eso incluye al corredor que envía un mensaje pidiendo cobertura para un riesgo que vence en dos días.
¿Cómo se deciden los siniestros?
Otra fuente de incertidumbre es el hecho de que las normas van a cambiar bruscamente, y el sistema judicial, que dirime muchos de los conflictos que se producen en el sector, también va a tener que aprender a lidiar con ellos.
"¿Qué va a pasar cuando haya un conflicto judicial? Antes había una jurisprudencia basada en una ley que estaba en vigor. Ahora la nueva ley tiene que construir una nueva jurisprudencia", dice Barreda. "Con esta incertidumbre, las empresas que sean más conservadoras podrán tomar decisiones conservadoras".
Puede que no haya falta de capacidad, pero sí de precios. Las reaseguradoras tendrán que poner precio a la inseguridad jurídica, y no existe una fórmula para ello. Las empresas elaborarán modelos para determinar cuál sería el peor impacto financiero y lo tendrán en cuenta a la hora de fijar los precios. ¿Funcionará comercialmente? Dependerá del apetito de cada reasegurador.
Los riesgos del proteccionismo
Barreda fue elegida nueva presidenta de Fenaber a finales de abril. Es la directora general de Lloyd's Brasil y asume el cargo en un momento en que se vuelve a debatir la estructura del mercado de reaseguros en Brasil.
Recientemente, el abogado Ernesto Tzirulnik, principal creador de la nueva ley, defendió el antiguo monopolio del reaseguro. Por su parte, el CEO de IRB(Re), Marcos Falcão, ha pedido en las redes sociales la creación de subsidios para que las primas de reaseguro queden en manos de las reaseguradoras locales.
Para Barreda, un giro proteccionista no sería saludable para el sector.
Si la tendencia es a tener una política económica más conservadora, más proteccionista del mercado local, es obvio que eso repercute en las relaciones con los inversores extranjeros que son, en el caso del reaseguro, los que reciben los riesgos del país. Estamos atentos a todas estas discusiones y participamos activamente con informaciones técnicas sobre el impacto en las operaciones de las empresas. Al final, sin embargo, es una decisión de política económica.
Para ella, el proteccionismo es especialmente arriesgado en sectores en los que el capital extranjero desempeña un papel importante, como el reaseguro. Si se restringe la presencia de este capital en el país, el resultado es "una restricción de la capacidad o un aumento de los costes", observa la presidenta de Fenaber.
Además, hay riesgos para los que simplemente no hay capacidad en el mercado local.
"No tenemos especialistas en riesgo nuclear en Brasil. Es una industria totalmente dependiente del mercado exterior, y hay riesgo nuclear en el país", afirma.
Las normas fiscales también pueden mejorarse
En opinión de Fenaber, más que proteger a los actores locales, lo que hay que buscar es una mejora del entorno empresarial en Brasil, para que las empresas nacionales puedan competir con sus rivales internacionales.
"Hemos ofrecido soluciones como mejorar la carga fiscal y la forma en que las empresas operan el reaseguro en Brasil", dice Barreda. Pero esto es algo que se aplica a varias industrias que se quejan de que trabajan en desventaja con otras empresas que no están sujetas a las normas fiscales brasileñas."
Y también señala que, incluso en desventaja desde el punto de vista fiscal, hay empresas con capital brasileño que consiguen competir con compañías de otros países.
Embraer produce aviones en Brasil y compite con Boeing y Airbus, y tiene la misma carga fiscal que las compañías de reaseguros. Lo que hace falta es adoptar políticas económicas que hagan más atractiva la inversión de capital brasileño en el país.
Oportunidades para las reaseguradoras
Fenaber representa a 26 reaseguradoras que operan en Brasil, entre reaseguradoras locales, ocasionales y admitidas. La mayoría son unidades de grupos internacionales, pero Austral Re, BTG Pactual Resseguradora y Junto Resseguros también forman parte del grupo. IRB(Re) abandonó Fenaber el año pasado.
Barreda afirma que la valoración de Fenaber es que el mercado aún tiene mucho que ofrecer a las reaseguradoras nacionales y extranjeras.
"Las perspectivas son muy buenas en cuanto a los proyectos y oportunidades que la economía brasileña ofrece para el sector de seguros y reaseguros", afirma. "Los cambios regulatorios traen algunos impactos operativos y de procedimiento que están ligados al apetito de riesgo".
Lo que no falta en este momento son oportunidades para las reaseguradoras ni apetito por el riesgo brasileño. Un estudio de la RSB basado en cifras de la SUSEP muestra que el volumen de primas cedidas al reaseguro internacional ha crecido un 542% en la última década, y las cesiones locales un 131%.
Barreda cree que el sector tiene potencial para seguir creciendo, y no sólo en Brasil, sino también de Brasil al mundo, si el entorno empresarial lo permite.
La apertura del mercado de reaseguros ha demostrado que existe una gran oportunidad para que Brasil sea un centro de suscripción de riesgos en la región. Pero cuando se crea una empresa en Brasil para suscribir un riesgo procedente del extranjero, hay que traer capital a Brasil, y la carga fiscal sobre este capital es mayor que si se hace el negocio desde otro país. Así que acabas perdiendo competitividad.
Fuente: Risco Seguro Brasil
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