A un lustro de que se declaró la pandemia de Covid-19, la cadena de suministro de autopartes sigue padeciendo sus efectos vía escasez de refacciones en el mercado mexicano, lo que repercute en el costo de los seguros para auto.

El año pasado, los seguros se incrementaron entre 15% y 25%, muy por encima de la inflación, debido a tres factores: la siniestralidad y robo de vehículos, la inflación, y la escasez de autopartes.

Alfredo Careaga, director de Desarrollo de Negocio en THB, empresa dedicada a seguros, fianzas y reaseguro, comentó que, a cinco años de la crisis sanitaria, siguen los estragos en la escasez de autopartes y es un problema sin solucionarse.

“Hay una reducción de la oferta de autopartes, muchas de las cuales se fabrican fuera, dependiendo de la marca y del auto, puede ser en China o Europa algunas se manufacturan en México, pero hay escasez.

“Y, por otro lado, está creciendo el parque vehicular, está incrementando la demanda, hay más accidentes y esto genera una inflación en las refacciones. Esto repercute en el tema del seguro de auto porque cuando hay un accidente el seguro paga la autoparte”, explicó.

Adicionalmente, las automotrices chinas no consolidan su proveeduría de partes y refacciones.

“Si las automotrices tradicionales tienen problemas de escasez de autopartes, las chinas tienen más problemas porque siguen en este proceso de hacer sus convenios para hacer parte del ensamblado aquí.

“Están inundando el mercado para ganar terreno, pero todavía no hay inversión en instalación de plantas de autopartes o una estrategia bien implementada de cómo mandarlas desde China para acá”, aseguró Careaga.

En cambio, Toyota, Nissan y Volkswagen tienen parte de la producción de autopartes de mayor demanda en el país.

En noviembre, HDI Seguros decidió excluir temporalmente el aseguramiento de algunas marcas de autos chinos, entre ellas, ARRA, BAIC, DFM, Dongfeng, Geely, Maxus, Skywel y Zeekr, entre otras.

Pilar García, CEO de Rastreator.mx, comparador de seguros, comentó que la decisión de HDI es porque no hay un estudio profundo del impacto que provoca en el volumen de siniestralidad este tipo de vehículos nuevos, no se sabe qué tan siniestrosos son y cuál va a ser el importe del arreglo de un siniestro, y como aseguradora incumplen en los términos con sus asegurados para regresarles el auto reparado.

“Todo esto sumado a que ciertos componentes de estos vehículos son muy costosos. La tecnología para dejarlos otra vez a 100%, provoca que algunas aseguradoras digan ‘yo no le entro’ porque estos autos pueden suponer, hablando en plata, un agujero muy grande en sus números a nivel compañía”, explicó.

Roberto de la Rosa, presidente de la Asociación Nacional de Representantes, Importadores y Distribuidores de Refacciones y Accesorios para Automóviles, dijo que el tema de las aseguradoras que no quieren asegurar a las marcas chinas por la escasez de autopartes es un tema muy importante porque en piezas de colisión, para toda la parte exterior de los autos, no hay partes.

“Es algo muy conocido en el sector y no los quieren asegurar por ese tema. Hablando de partes de reemplazo que son de desgaste como afinación, frenos y suspensión sí hay un poco de escasez, pero es menor que la parte de colisión”, afirmó.

De acuerdo con THB, la escasez es de todo tipo de autopartes desde espejos retrovisores, faros, espejos laterales, defensas, parrillas y rines.

“El tiempo de reparación de un coche, antes de la pandemia, era de uno a dos meses, pero ahora en defensas, faros tardan hasta cuatro meses, un espejo retrovisor de un coche europeo tarda hasta nueve meses”, dijo el directivo de THB.

Esta incertidumbre genera frustración en los consumidores porque tienen que esperar largos periodos para sus reparaciones.

“El problema es que incrementa el costo de las piezas a reponer y eso resulta en un incremento del costo de la póliza. Los aumentos han sido fuertes y muy variados, hay mucha disparidad entre modelos y códigos postales”, apuntó Careaga.

 

Fuente: El Universal

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