Los autos y camiones más robados continúa siendo una amenaza persistente para automovilistas y empresas en México. En el periodo comprendido entre junio de 2024 y junio de 2025, se reportaron 60,625 vehículos asegurados sustraídos, lo cual equivale a un promedio de 166 robos diarios; aunque mejor que el año anterior, sigue siendo un reto considerable para la seguridad pública y la industria aseguradora.
Modelos más frecuentemente robados
Según la AMIS, los cinco vehículos más robados fueron:
Nissan Versa – 2,362 unidades
Camión Kenworth – 2,104 unidades
Nissan NP300 – 1,875 unidades
Motocicleta Bajaj 111‑250 – 1,498 unidades
Chevrolet Aveo – 1,367 unidades (El Economista, Excélsior)
El Estado de México, Jalisco y la Ciudad de México lideran en los índices de robos:
Estado de México: 15,209 unidades
Jalisco: 7,139 unidades
CDMX: 5,550 unidades
Un informe complementario revela que, aunque algunos modelos muestran una disminución anual, la motocicleta Bajaj 111‑250 destaca con un aumento del 54.9 % en robos, al pasar de 967 a 1,498 unidades.
Robos con violencia: alta exposición en ciertos modelos
El segmento más peligroso incluye vehículos con alto riesgo de ser sustraídos con violencia:
Toyota Hilux Pick‑Up: 86–86.2 % de los robos fueron violentos.
Mazda 3: 74–76 % con violencia.
Ford Serie F (F‑350, F‑450, F‑550): cerca del 75 %.
Semirremolques tipo caja seca: ~73 – 74 %.
Kia Rio: cerca de 73 %.
Tendencias y contexto del delito vehicular
En promedio, solo el 41 % de los vehículos robados son recuperados, una disminución frente al 46 % previo, lo cual agrava la percepción de impunidad.
Además, se reportan un total de 63,303 vehículos robados entre febrero 2024 y enero 2025, lo que representa un aumento del 3.4 % anual.
Análisis: impacto en movilidad y logística
Alta vulnerabilidad en vehículos populares y utilitarios como el Nissan Versa y NP300: su abundancia facilita el robo masivo, su rápido desarme o comercialización.
El aumento significativo en robos de motocicletas como la Bajaj 111‑250 refleja una diversificación del crimen más allá de autos.
Los índices elevados de violencia en modelos como Hilux y Ford Serie F son especialmente preocupantes para conductores de carga o alta especialización.
Zonas urbanas densas como el Estado de México y CDMX concentran los riesgos. Esto repercute en tarifas de seguro más altas, coberturas limitadas y mayores exigencias de seguridad.
Para el sector del autotransporte, estos robos implican interrupciones logísticas, pérdida de activos, riesgos para conductores y posible impacto en seguros y tarifas de flete.
La incidencia creciente de robos de vehículos en México —en particular autos populares, camionetas de trabajo y motocicletas— exige una respuesta integral que combine prevención tecnológica (GPS, localizadores), fortalecimiento de la inteligencia policiaca, ampliación del registro vehicular y, sobre todo, mayor participación del sector asegurador para incentivar medidas preventivas.
Fuente: Transporte
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