El Informe Mundial sobre Seguros de Vida 2026, realizado conjuntamente por el Instituto de Investigación de Capgemini y LIMRA, revela que, aunque el 68% de los adultos menores de 40 años considera el seguro de vida como esencial para un futuro financiero saludable, la oferta actual no se alinea con sus prioridades financieras, lo que obstaculiza su adopción. El informe indica que los consumidores jóvenes buscan gratificación a corto plazo mediante beneficios de fácil acceso a lo largo de su vida, que a menudo no están incluidos en una póliza de seguro de vida tradicional. Si bien algunos aseguradores ofrecen estos beneficios, 1 de cada 4 consumidores sigue rechazando el seguro de vida debido a la falta de claridad en los procesos y la complejidad del lenguaje, que dificultan la comprensión y el uso de las pólizas.
Un sector en transición: la necesidad de demostrar relevancia para la próxima generación de asegurados
La industria del seguro de vida enfrenta un reto crítico, ya que su próxima generación de clientes redefine sus principales hitos de vida. El estudio Capgemini-LIMRA revela que los consumidores menores de 40 años hoy están retrasando u omitiendo los detonantes tradicionales para la compra de un seguro de vida: el 63% no tiene planes inmediatos de casarse y el 84% de las personas solteras o casadas no tiene planes inmediatos de tener un hijo.
El informe, que encuestó a más de 6,100 personas de 18 a 39 años en 18 mercados, destaca una paradoja notable a medida que inicia la gran transferencia de riqueza en los próximos 15–20 años. Dado que los millennials y la generación Z esperan una herencia promedio de US$106,000 por persona, los seguros de vida siguen siendo un destino importante para esos fondos. De hecho, el cuarenta por ciento de los adultos menores de 40 años clasifica al seguro de vida y a las rentas vitalicias como el tercer pilar más importante para su plan de inversión patrimonial, detrás de las acciones y el ahorro en efectivo.
“A medida que la próxima generación acumula riqueza y sigue un camino de vida menos tradicional, sus expectativas sobre la protección financiera están evolucionando. La industria del seguro de vida no puede depender únicamente de la protección por fallecimiento para sostener su futuro. Las aseguradoras de vida necesitan demostrar valor para incluir la gratificación a corto plazo —ofreciendo beneficios tangibles a los que los clientes puedan acceder durante su vida”, afirma Samantha Chow, Líder Global de Seguros de Vida, Rentas Vitalicias y Prestaciones en Capgemini. “Afortunadamente, las aseguradoras pueden cerrar esta brecha implementando productos innovadores y articulando su valor de manera que conecten con los asegurados del mañana”.
Renovar la propuesta de valor del seguro de vida para los menores de 40 años
Las aseguradoras de vida están empezando a reconocer cómo las necesidades y expectativas del mercado de menores de 40 años difieren de las de los clientes de mayor edad. Los ejecutivos globales de seguros de vida identifican factores como el envejecimiento poblacional y el aumento de la longevidad (64%), el retraso en los hitos de vida (53%) y la continua incertidumbre económica (51%) como impulsores clave de sus estrategias a largo plazo.
Sin embargo, la percepción sobre el seguro de vida sigue siendo un obstáculo para las aseguradoras. Cuando se les preguntó sobre las barreras para la compra de seguros de vida, los consumidores más jóvenes citan una desalineación con su etapa de vida actual (32%), los altos costos de las primas (28%) y la falta de beneficios inmediatos (25%). En cambio, estos adultos jóvenes demandan un fácil acceso a “beneficios en vida” que apoyen sus cambiantes trayectorias vitales, buscando desde recompensas por hábitos saludables hasta cobertura para tratamientos de fertilidad.
“Las aseguradoras de vida necesitan un enfoque distinto para comercializar el seguro de vida a las generaciones más jóvenes”, afirma Bryan Hodgens, Vicepresidente Senior y Jefe de Investigación de LIMRA. “Nuestra investigación conjunta muestra que las percepciones erróneas sobre el precio, sumadas a prioridades financieras en competencia, colocan al seguro de vida en desventaja entre los adultos más jóvenes. Las aseguradoras de vida no solo deben demostrar la accesibilidad y asequibilidad del seguro de vida, sino también reinventar el producto para responder a las prioridades financieras actuales de los adultos más jóvenes y, al mismo tiempo, adaptarse para acompañarlos en la consecución de sus objetivos financieros futuros a medida que envejecen”.
Los consumidores también quieren que su seguro de vida no dependa de su empleador actual. A pesar de que el 44% de empleados con una póliza colectiva busca una cobertura que los acompañe cuando cambien de trabajo, solo el 19% de los aseguradores de vida actualmente la ofrece. Un proceso de conversión complejo limita la portabilidad e impide que muchos proveedores de beneficios conserven a sus clientes a largo plazo. Por lo tanto, muchos consumidores se ven obligados a modificar de póliza al cambiar de empleo, incluso si estaban satisfechos con su cobertura anterior.
Las capacidades tecnológicas son esenciales para los menores de 40 años
Ofrecer los beneficios en vida y experiencias fluidas que demandan los consumidores más jóvenes requiere una propuesta de valor más rica, innovación en canales y una transformación tecnológica. Según el informe, el 59% de los menores de 40 años desean una interacción digital directa, pero solo el 31% de los aseguradores encuestados ofrece las plataformas para habilitarla. La brecha es aún mayor en tecnologías avanzadas: el 77% de los consumidores espera recomendaciones integrales basadas en datos, pero solo el 16% de las aseguradoras participantes las proporciona a escala, en gran medida debido a sistemas heredados obsoletos.
Para cerrar esta brecha y ganarse a la próxima generación, el informe recomienda que las aseguradoras de vida se enfoquen en tres pilares de transformación:
Innovar el producto: lanzar soluciones flexibles con beneficios en vida en el núcleo, simplificando la suscripción y gamificando la interacción para ofrecer valor tangible en todas las etapas de la vida.
Potenciar al asesor: dotar a los agentes con herramientas de IA e información de cliente para una guía personalizada y modernizar los modelos de compensación para atraer a la próxima generación de asesores.
Forjar alianzas estratégicas en el ecosistema: integrar los seguros de vida en las experiencias cotidianas mediante alianzas fluidas con instituciones financieras, empresas de bienestar y plataformas de recursos humanos para brindar valor oportuno y contextual.
Fuente: Capgemini
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