Los expertos vaticinan nuevos riesgos debido a cuestiones como la actualidad económica e internacional, que nos aboca a un escenario más fragmentado a nivel global.
La actualidad está marcada por un aumento de las disputas y tensiones geopolíticas, junto a una fragmentación económica que comenzó fruto de la crisis financiera que estalló en 2008 y que puso fin a las dinámicas de mayor integración entre países, para dar paso a cuestiones como las guerras comerciales entre Estados Unidos y China o conflictos bélicos como el que afecta a Ucrania y Rusia.
El estudio El seguro en una economía mundial fragmentada, en el que ha participado MAPFRE Economics ha desvelado algunas de las principales consecuencias que se derivan de esta polarización:
Descenso del comercio e inversión internacional: con mayores precios para productores y consumidores por los aranceles, problemas en las cadenas de suministro, mayor concentración de estos flujos…
Dispersión tecnológica, principalmente por las restricciones a las exportaciones, lo que frenaría la innovación y los avances en tecnología.
Erosión del multilateralismo, con efectos muy negativos en asuntos como la mitigación del cambio climático, la ciberseguridad o la preparación ante pandemias.
Menor crecimiento económico: El desacoplamiento podría costar a la economía global entre 1 y 2 billones de dólares anualmente, debido a interrupciones comerciales, menor colaboración tecnológica y mayor gasto militar.
Impacto en el sector asegurador
La incertidumbre generada también tiene su reflejo en el sector asegurador, donde pueden aportar estabilidad financiera para los actores económicos. Cuentan con pólizas para cubrir los daños de mercancías o medios de transporte que componen el comercio internacional, los de interrupción de negocio o los de responsabilidad civil para directivos de empresas multinacionales.
Sin embargo, este nuevo escenario global también supone una serie de riesgos para el negocio asegurador:
Riesgos globales: En momentos de tensiones geopolíticas y menor colaboración de los gobiernos a nivel internacional en asuntos críticos como el cambio climático, la ciberseguridad o las pandemias.
Diversificación internacional del riesgo: Diversificar el riesgo es una parte esencial para el buen funcionamiento de las aseguradoras, ya sea a través de operaciones propias o de reaseguro, ya que las hace menos vulnerables a riesgos ocasionales, como una catástrofe natural, y les permite una mayor eficiencia en el empleo de su capital.
Presencia global: Las compañías de seguros se embarcan en estrategias de internacionalización que les permiten ganar escala en su negocio, lo que fomenta la competitividad. Un mayor distanciamiento entre países y regiones puede frustrar estos intentos.
Seguros comerciales y especializados: Son los que se ven más afectados, debido a que cubren grandes obras de ingeniería, la producción industrial o el transporte internacional. Mientras que en los seguros generales los riesgos son indirectos, pero en el sector de los grandes riesgos amenazadas como la inestabilidad política o regulaciones más duras se vuelven mucho más tangibles.
Caída de la demanda de seguros particulares: Un menor crecimiento económico y una inflación más elevada lastran la capacidad de consumo de los ciudadanos, lo que perjudica a la comercialización de estos seguros generales, y podría hacerlo especialmente con aquellos como los de vida, que son vistos como no esenciales.
Menor estabilidad financiera: Los mercados atravesarán problemas por la fragmentación global, lo que puede torpedear a una parte importante de la actividad de las aseguradoras, que tiene que ver con su papel como inversores, lastrando sus resultados y su solvencia.
Fuente: Faconauto
Enlace: https://www.faconauto.com/noticias-automocion/los-seguros-del-futuro-segun-mapfre/
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