En un mundo marcado por la volatilidad y las tensiones geoeconómicas, las empresas deben anticipar riesgos y aprovechar oportunidades estratégicas. 2025 se perfila como un año clave para la estabilidad financiera global, donde la resiliencia económica y la toma de decisiones informadas serán determinantes para el crecimiento.

Solunion México, la compañía de seguros de crédito y de gestión del riesgo comercial, comparte el Atlas de Riesgo País sustentado en los informes de Allianz Trade, uno de sus accionistas. Este informe se basa en un modelo propio de calificación de riesgo, actualizado trimestralmente con datos económicos y análisis exclusivos realizados por los expertos de la compañía.

En 2024, la tendencia del riesgo país mostró una mejora notable: 48 economías mejoraron su calificación, más del doble que el año anterior, mientras que solo 5 países experimentaron una rebaja. Sin embargo, la estabilidad alcanzada podría verse comprometida en 2025-2026 debido a nuevas fracturas geoeconómicas, que afectarían la confianza empresarial y el comercio internacional.

“El 17% del PIB mundial se encuentra en economías que han mejorado su calificación de riesgo país. América Latina lideró esta tendencia con 13 mejoras, seguida de Europa emergente (10) y Asia-Pacífico (9). En contraste, las rebajas se concentraron en Medio Oriente, afectando a Bahréin, Israel y Kuwait, debido a persistentes tensiones en la cadena de suministro y precios del crudo por debajo del equilibrio fiscal”, señaló Luca Moneta, economista sénior para mercados emergentes en Allianz Trade.

A pesar de esta evolución positiva, el riesgo país sigue expuesto a incertidumbres geopolíticas y financieras. “Las mejoras observadas en 2024 son, en gran medida, cíclicas y podrían revertirse si las tensiones globales persisten. Las empresas deben mantenerse alertas y ajustar sus estrategias de crecimiento en función de un entorno económico volátil”, advirtió Aylin Somersan Coqui, CEO de Allianz Trade.

Escenarios de riesgo para 2025-2026

De acuerdo con Allianz Trade, varios factores podrían afectar el impulso positivo en los próximos años, entre ellos destaca tres principales:

1.-Tensiones geopolíticas: el aumento de conflictos sociales, políticos e institucionales podría intensificarse.

2.-Riesgos de guerra comercial: el proteccionismo creciente y las disputas comerciales podrían desestabilizar los mercados.

3.-Agitación civil y polarización: la inestabilidad social y la polarización política están en ascenso en múltiples economías.

De acuerdo con el informe, una guerra comercial a gran escala podría provocar una desaceleración económica significativa y un repunte de la inflación, debilitando la confianza de los inversionistas.

México en 2025: resiliencia económica y retos estructurales

La economía mexicana ha demostrado una sólida resiliencia en los últimos años. Sin embargo, en 2024 la expansión se desaceleró aproximadamente 1.5%, en parte por la moderación de la demanda estadounidense y los efectos rezagados de la política monetaria, según el informe Atlas de Riesgo País 2025.

A pesar de esto, la demanda interna se ha mantenido estable, impulsada por el flujo de remesas, que representó el 3.4% del PIB en 2024, y la inversión en nearshoring. Factores como la confianza del consumidor, la disponibilidad de crédito y una masa salarial dinámica han brindado estabilidad, aunque la desaceleración del sector industrial ha sido un factor para considerar.

Por su parte, el nearshoring representa un motor clave del crecimiento a medio plazo. El estatus de México como principal socio comercial de Estados Unidos y la presentación de la estrategia del “Plan México” –que apunta a un crecimiento del 15% del contenido nacional en las exportaciones automotrices y electrónicas para 2030– resaltan sus ambiciones industriales. Sin embargo, los cuellos de botella de la inversión en los sectores energético y manufacturero, combinados con una demanda estadounidense más lenta, moderan estas perspectivas.

En cuanto a los factores de riesgo y estabilidad externa, la estabilidad de la cuenta corriente de México sigue dependiendo de remesas y reservas. Sin embargo, la renovación del T-MEC en 2026 plantea riesgos significativos. Unas negociaciones prolongadas o una posible retirada de Estados Unidos podrían afectar gravemente el comercio y la inversión, impactando sectores clave como automotriz, electrónica y agricultura, este último ya afectado por sequías consecutivas.

En este contexto, Allianz Trade cataloga el riesgo país de México como medio, con una calificación de BB2. Esto implica que las empresas enfrentan un riesgo medio en el país.

Por otra parte, las tensiones diplomáticas derivadas de las diferencias en políticas energéticas pueden requerir estrategias de negociación para proteger los intereses de México.

Los profundos vínculos de México con Estados Unidos, el potencial del “Plan México” y un enfoque emergente en la industrialización continúan siendo fortalezas convincentes a largo plazo.

 

Fuente: Solunion

Enlace: www.solunion.com