En días recientes, la temperatura en la isla ha comenzado a subir, complicando el panorama en algunas zonas en el oeste que ya tienen condiciones más secas, precisamente donde hay siembras y agricultura. La sequía es una amenaza cada vez más evidente para estos agricultores y para la cual no existe seguro ni protección.
Los agricultores y ganaderos se preparan aquí con iniciativas que han desarrollado a lo largo de los años de experiencia: sistemas de riego, cambios en la alimentación del ganado y alteraciones en los patrones de pastoreo.
El ganadero Héctor Cordero, presidente de la Asociación de Agricultores, recordó que los seguros agrícolas no cubren las sequías.
“No existe seguro contra la sequía. Existen seguros contra eventos naturales. En el sector agrícola, los más afectados son las industrias pecuarias y el ganado de leche y carne porque dependen grandemente del forraje de los pastos. Estamos pasando ahora mismo una sequía porque, aun cuando llueve, el efecto de esa lluvia no ha sido absorbido por la tierra”, explicó. “Esos agricultores y ganaderos, la vida los ha enseñado y los ha ido llevando a apertrecharse con métodos alternos de suplido de agua”.
De acuerdo con el Monitor de Sequía, las zonas oeste y noroeste son las más afectadas con una sequía moderada. Entre los municipios bajo sequía moderada se hallan algunos donde prolifera la industria lechera, como Hatillo, Camuy y Arecibo.
Otros pueblos bajo sequía moderada son Quebradillas, Isabela, Aguadilla, Aguada, Rincón, Yauco, Maricao, Peñuelas, algunas partes de Ponce y Utuado, entre otros.
La escala de sequía del Monitor de Sequía tiene las siguientes gradaciones: clima anormalmente seco, sequía moderada, sequía severa, sequía extrema y sequía excepcional.
“La industria privada no quiere asegurar la agricultura. Es uno de los limitantes grandes que tenemos con las compañías de seguro comercial. La Corporación de Seguros Agrícolas, por la estructura que tiene las pólizas que vende, están enfocados en el seguro por huracanes. Eso es uno de los limitantes grandes que tiene el agricultor y por eso siempre vas a escuchar decir que la agricultura es una operación extremadamente riesgosa”.
Cordero opera la Vaquería Cordero en Aguadilla y una empresa de forraje en Hormiguero, pueblos en la zona más afectada ahora por el tiempo seco y la falta de lluvia.
“Aun cuando ha llovido, la realidad es que la cantidad que ha llovido, con el nivel de sequía que tiene el terreno, el terreno lo absorbe todo. Para poder decir que hemos salido, tendríamos que tener un registro de agua de tres o cuatro pulgadas al mes y lo que han caído son fracciones de eso”, afirmó. “Lo que cae es una pulgada de agua, como mucho”.
Por su parte, el secretario del Departamento de Agricultura, Ramón González Beiró, recordó que existen ayudas federales para atender las complicaciones de una sequía, pero dijo que se deben dar unas condiciones que no se han dado.
“Tiene que haber un número de semanas corridas en determinada región donde se declare una sequía extrema y eso no ha ocurrido. No hemos estado ni cerca de tener una sequía extrema”, afirmó el secretario. “Todos los años se hace un issue de cosas que son normales. Esta es la época seca del año. Venimos de una temporada de lluvia buena, con exceso de lluvia. Desde ese punto de vista, los acuíferos, el acuífero del sur, por ejemplo, está en óptimas condiciones. Los embalses están en buenas condiciones”.
Recordó que existen alternativas y que muchos agricultores y ganaderos ya las implementan.
“Tenemos un programa para que los productores de leche y carne mejoren sus pastoreos, para que reemplacen los pastos con semillas mejoradas, que son más resistentes a la época seca. Hemos estado mejorando la genética de los animales para que coman más pastos y menos granos y que sean más resistentes al clima”, expresó.
Agregó que “en Estados Unidos saben que todos los años hay nevada y en la época que se producen los pastos guardan alimentación para cuando no crecen. Aquí los ganaderos tienen que adaptarse. Algunos lo hacen y guardan comida para la época que hay menos lluvia”.
Según el Monitor de Sequía, la población afectada en Puerto Rico por algún tipo de sequía suma 624,672 personas. Mientras, el informe de los embalses de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados coloca casi todos los embalses en el nivel óptimo de seguridad, pero hay al menos dos – Guajataca en Quebradillas y Matrullas en Orocovis – que ya están en el nivel de observación.
Puerto Rico no es el único lugar donde los agricultores batallan con la falta de precipitación. El gobierno argentino anunció este mismo mes el despliegue de ayudas para los agricultores afectados por la sequía. Este país ya tiene unas zonas de desastre por causa de la sequía y los agricultores en estas áreas tendrán beneficios contributivos y la suspensión de otros pagos que realizan al gobierno. Mientras tanto, en España, donde la sequía azota con fuerza, ya advierten de la posible pérdida de cultivos.
Una historia publicada por Los Angeles Times a principios de abril detalla que el 60% del campo español está afectado por la sequía y que se podrían afectar cosechas de trigo y cebada. Entre los afectados se incluyen la región vitivinícola de La Rioja, así como la producción de aceitunas y frutos secos, maíz, arroz y algodón. En tanto, la emisora RTVE publicó el 15 de abril que una de las regiones más afectadas es la de Cataluña, donde la sequía es un tema obligado desde 2020. Allí ya se redujo en un 40% el agua para el uso agrícola y el 15% para el uso industrial, además de las restricciones en el consumo del agua a los ciudadanos.
Fuente: El Nuevo Día
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