El sector debate la aprobación de un proyecto de ley que busca crear protección para los afectados por el cambio climático
Contar los muertos, rescatar a los desaparecidos y encontrar refugio para los que lo han perdido todo. Rio Grande do Sul está literalmente inundado en la peor tragedia climática de los últimos 83 años, con la capital, Porto Alegre, y cientos de municipios cubiertos de barro - un escenario de tierra quemada que refuerza cómo las tormentas formadas por el desorden climático son más fuertes y recurrentes en Brasil.
En el pasado, el propio estado de Rio Grande do Sul se enfrentó a un ciclón que devastó ciudades y mató a 54 personas. En la tragedia actual, el número de muertos ya asciende a 66, con 101 desaparecidos y 32.000 personas fuera de sus casas, según las cifras más actualizadas de Defensa Civil.
La magnitud de la tragedia climática nunca antes vista en una parte de Brasil obligó a posponer el mayor examen público del gobierno federal, que debía celebrarse este domingo (5) con 2,1 millones de aspirantes. Hasta que la lluvia amaine, la vida seguirá siendo una emergencia, pues muchas personas aún necesitan ayuda para salir de los lugares cercanos, más vulnerables a deslizamientos de tierra, ruptura de represas e inundaciones.
Y en este grupo de trabajo, además de los organismos públicos gubernamentales, estarán presentes las compañías de seguros para prestar todo tipo de ayuda a los asegurados. Allianz Seguros dice que ha reforzado su estructura de servicios en las regiones afectadas, con equipos de asistencia 24 horas que están en el lugar desde el 27 de abril.
Tokio Marine afirma que ha dado prioridad al servicio al cliente mediante equipos especializados que están en contacto directo con los corredores locales a través de aplicaciones de mensajería para identificar los casos que requieren una intervención rápida y garantizar el pago inmediato de las indemnizaciones debidas.
La aseguradora dice que tan pronto como sea posible acceder por tierra a las zonas más afectadas, enviará especialistas desde São Paulo para ayudar a los equipos locales a evaluar las pérdidas de automóviles y los daños en las viviendas y locales comerciales asegurados.
Bradesco Seguros dice que está operando con grúas y coches para apoyar a la población en las ciudades de la región. Santa Cruz do Sul, São Leopoldo, Caxias do Sul y Porto Alegre son las ciudades con más llamadas a la aseguradora, que ha reforzado su equipo para prestar asistencia.
"Llevamos a cabo la Operación Emergencia desde 2015 para nuestros clientes de seguros de auto y hogar. Es una fuerza de tarea, movilizada de forma especial y con un contingente reforzado para atender a los asegurados de la mejor manera posible", dice Carlos Oliva, superintendente de operaciones de Bradesco Seguros.
En Mapfre, entre las medidas adoptadas están la atención prioritaria a los clientes afectados, con la implantación de un sistema de intercambio de información en tiempo real, que agiliza la identificación de un siniestro (cuando se materializa el riesgo previsto en el contrato, generando el derecho a indemnización). La aseguradora afirma que también ha flexibilizado algunas normas de reembolso, con el pago íntegro en función de la factura emitida, para garantizar una solución rápida a las necesidades de los asegurados. "Aunque la compañía ha registrado un aumento de las llamadas, aún no disponemos de un balance sobre el volumen de llamadas realizadas hasta el momento", afirma Roberto de Antoni, director de operaciones de Mapfre.
Fenómenos climáticos recurrentes
Los fenómenos meteorológicos extremos, como los registrados en el sur del país, son cada vez más frecuentes. Según el Informe de Riesgos Globales 2024, publicado por el Foro Económico Mundial en colaboración con Marsh McLennan y la aseguradora Zurich, la mayoría de los riesgos futuros son de naturaleza medioambiental, lo que podría dar lugar a reclamaciones de seguros mayores y más frecuentes.
Otro estudio, de Guy Carpenter, basado en experiencias de siniestros por riesgos climáticos en Asia-Pacífico, muestra que la creciente frecuencia de las catástrofes naturales puede provocar un aumento de los costes debido a la gran demanda de materiales para la reconstrucción tras un suceso de destrucción.
En Brasil, la CNseg (Confederación Nacional de Compañías de Seguros) ha presentado al Congreso un proyecto de ley que pretende crear una especie de seguro social para ayudar a la población afectada por catástrofes naturales. El texto del proyecto de ley prevé el derecho a la cobertura de los bienes y la ayuda funeraria resultantes de fenómenos naturales relacionados con catástrofes como lluvias, inundaciones y corrimientos de tierras, siendo estos sucesos reconocidos como calamidades públicas por la autoridad competente de la localidad afectada.
Durante la presentación del proyecto de ley, Dyogo Oliveira, presidente del CNseg, recordó que el año pasado las catástrofes naturales generaron en todo el mundo 380.000 millones de dólares en pérdidas, de los cuales sólo 118.000 millones estaban asegurados. Hubo 95.000 víctimas mortales y 24 países con anomalías térmicas, considerándose 2023 el año más caluroso de la historia.
En Brasil, según Oliveira, se produjeron alrededor de 3 fenómenos meteorológicos significativos al día en todo el país en 2023. Más de medio millón de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares debido a fenómenos meteorológicos y el 70% de las pérdidas causadas por desastres naturales en los últimos 10 años se registraron entre 2020 y 2023, lo que confirma la aceleración de los efectos del cambio climático.
¿Cuál es el papel de los seguros?
Julio Tenreiro, director de Korsa Riscos & Seguros, afirma que los seguros contra fenómenos climáticos pueden desempeñar un papel fundamental en la protección contra los daños materiales y corporales causados por los impactos adversos del clima. Enumera algunos puntos importantes:
Daños materiales: Los fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas, huracanes, tornados, inundaciones y sequías, pueden causar daños importantes en los bienes e instalaciones de las empresas u hogares de una determinada región. El seguro meteorológico ayuda a transferir los daños causados por estos fenómenos, indemnizando las reparaciones o la sustitución de los bienes y propiedades dañados.
Pérdidas financieras: Los seguros que cubren los fenómenos meteorológicos ayudan a reducir las pérdidas relacionadas con posibles siniestros causados por las condiciones meteorológicas. Esto puede ayudar a evitar grandes pérdidas financieras o incluso la paralización de las operaciones de la empresa en tiempos de crisis.
Gestión de riesgos: Los seguros contra fenómenos meteorológicos pueden fomentar la aplicación de medidas de mitigación/gestión de riesgos, como la construcción de instalaciones más resistentes a tormentas y/o inundaciones, o la instalación de sistemas de protección, que pueden reducir los daños causados por fenómenos meteorológicos extremos.
Estabilidad económica: Los seguros contra fenómenos meteorológicos también contribuyen a la estabilidad económica al proporcionar un mecanismo de seguridad financiera a las personas y empresas afectadas por catástrofes naturales. Esto puede ayudar a minimizar los impactos negativos en la economía local y nacional, permitiendo una recuperación más rápida y sostenible.
"Desde el punto de vista del reaseguro, podemos estimar el impacto directo de la catástrofe en las líneas de daños materiales causados por inundaciones. Además, es probable que se active la cobertura de pérdida de beneficios, ya que la reanudación de las operaciones puede tardar meses", comenta Pedro Farme, director general de la correduría de reaseguros de Guy Carpenter en Brasil.
Señala que otro sector naturalmente afectado es el de los seguros de vida, con un número de fallecidos que alcanza decenas de récords. "Por otro lado, esperamos un impacto mínimo en el sector agrícola, dado que la cosecha (especialmente de arroz y soja) ya ha tenido lugar. Sin embargo, cabe esperar efectos secundarios en almacenes y silos en general", afirma.
Fuente: Infomoney
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