El 20 de marzo de 2025, la ministra de Energía, Inés Manzano, señaló que un informe de inteligencia policial revelaría que la rotura del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) en Esmeraldas, el pasado 13 de marzo de 2025, no fue por un deslizamiento natural, si no, que “es algo provocado, es un sabotaje”, dijo Manzano. Es decir, se trataría de un acto deliberado.
El actual contrato de «Pólizas de seguros de ramos técnicos que incluye las siguientes pólizas de todo riesgo petrolero y responsabilidad civil marítima y no marítima» de la estatal petrolera Petroecuador -con Latina Seguros- establece que la cobertura por daños podría llegar hasta los USD 500 millones.
Sin embargo, la acusación de Manzano sobre un presunto sabotaje ocasionaría que ante cualquier reclamo por parte de Petroecuador, Latina de Seguros solo reconozca hasta USD 20 millones por concepto de reparaciones de la infraestructura petrolera.
En el contrato suscrito entre Petroecuador y Latina de Seguros por USD 89,99 millones (no incluye IVA) y un plazo de ejecución de 730 días, contado a partir del 11 de abril de 2024, se establece que por cobertura de «sabotaje y terrorismo», el monto alcanzaría hasta los USD 20 millones, con un deducible de USD 1,5 millones.
Este último monto deberá ser entregado por Petroecuador a la empresa de seguros.
En el mismo contrato se determinan las «exclusiones aplicables» a las coberturas de la póliza, como la responsabilidad civil por consecuencia de actos de «sabotaje y terrorismo«.
Es decir, si se determina el sabotaje en el evento ocurrido en Esmeraldas, la cobertura de Latina de Seguros no puede cubrir los daños a terceras personas.
Esto significa que, si las familias afectadas reclaman indemnizaciones a Petroecuador por los daños ocasionados por el derrame de crudo, la estatal petrolera no puede reclamar esos recursos a Latina de Seguros, por lo que le tocaría destinar sus propios recursos para las compensaciones.
¿Lluvia o sabotaje en Petroecuador?
La aseveración de la ministra Manzano fue criticada y es contraria a otros voceros del Gobierno.
Petroecuador y un informe de la Secretaría de Gestión de Riesgos señalaron que el incidente de Esmeraldas se atribuye a un deslizamiento de tierra causado por la temporada de lluvias, descartando cualquier intervención humana en el incidente registrado el 13 de marzo en Quinindé, tal como lo afirmó Manzano.
En una rueda de prensa el pasado 20 de marzo, el gerente de Petroecuador, Roberto Concha, explicó que la inspección en la zona confirmó que el colapso del talud se produjo por la saturación de agua en el suelo. Eso expuso y fracturó la tubería del oleoducto.
Las lluvias provocaron el desplazamiento del suelo, lo que dejó expuesta la tubería del oleoducto. Como resultado, una base de tierra impactó la estructura, causando la rotura del ducto», dijo Concha.
El informe diario de Gestión de Riesgos también reafirma esta conclusión.
Según el documento, la ruptura de la tubería se debió a un deslizamiento de tierra causado por lluvias intensas, lo que generó contaminación ambiental en el estero Caple.
Fuente: KCH Comunicación
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