La modalidad puede ser una herramienta estratégica para la planificación financiera y familiar; experto de Genebra Seguros explica las diferencias entre seguro de vida individual y seguro de vida colectivo
La información publicada por la Confederación Nacional de Seguros (CNseg) apunta a un crecimiento del 10,1 por ciento en el sector asegurador nacional en 2025. Más específicamente, los seguros de vida individuales registraron un aumento del 14,7 por ciento en sus ingresos, según un informe elaborado por la Federación Nacional Privada de Pensiones y Vida (Fenaprevi), basado en información de la Superintendencia de Seguros Privados (SUSEP).
También según el informe elaborado por Fenaprevi, los asegurados recibieron 2.800 millones de reales en pagos de prestaciones (siniestros) en los dos primeros meses de 2025 y, del total registrado, el 52% de los pagos correspondieron a seguros de vida (Individual y Colectivo).
Gabriel Graffetti, especialista en seguros de vida y personas de Genebra Seguros, explica que el seguro de vida individual no debe ser visto sólo como una protección en caso de muerte, sino como una herramienta estratégica de planificación financiera. Puede garantizar la tranquilidad de la familia, ayudar a mantener el nivel de vida y ofrecer una cobertura de vida, que marca la diferencia en momentos críticos.
"Aunque el seguro colectivo sigue siendo predominante, el seguro individual ha crecido de forma significativa, impulsado por la digitalización, una mayor oferta de productos accesibles y la percepción del seguro como una forma de protección patrimonial y familiar", añade.
¿Cobertura individual o colectiva?
El experto de Genebra señala que los seguros colectivos suelen ser ofrecidos por empresas o asociaciones, con condiciones estandarizadas para todos los participantes, y naturalmente son más asequibles en cuanto a precio, pero menos flexibles en cuanto a coberturas, ya que pueden darse de baja cuando finaliza la relación laboral.
En cambio, el seguro de vida individual lo contrata directamente el individuo con la aseguradora de forma personalizada. El asegurado define el capital asegurado (importe de indemnización), elige la cobertura deseada e indica los beneficiarios.
"En la práctica, funciona como una protección financiera: en caso de fallecimiento u otro evento cubierto, el importe contratado se abona a los beneficiarios o al propio asegurado (en el caso de la cobertura de vida)", explica Grafetti.
El especialista también destaca las ventajas de contratar seguros individuales, ya que existe flexibilidad a la hora de elegir coberturas y cuantías, así como personalización en función del perfil, la edad y los objetivos.
"Muchas aseguradoras ofrecen contratación 100% digital, actualización periódica del capital asegurado, inclusión de servicios asistenciales como telemedicina, descuentos en farmacias, orientación financiera, entre otros", explica.
El representante de Ginebra señala que las coberturas más habituales que suelen incluirse en los seguros individuales son:
Muerte natural o accidental (cobertura básica);
Invalidez permanente por accidente;
Enfermedad grave;
Indemnización por incapacidad temporal (DIT);
Asistencia funeraria;
Cobertura de vida adicional, como indemnización por diagnóstico de cáncer u hospitalización.
Fuente: Radar Digital Brasilia
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