No hace mucho, las asociaciones público-privadas (APP) en los municipios surgieron como soluciones reales para ayudar en el proceso de financiación y ejecución de proyectos de infraestructuras y servicios públicos. Representan una importante oportunidad para que el sector privado participe en grandes empresas. Sin embargo, para que estas implementaciones tengan éxito, es esencial que tanto el sector público como los inversores privados cuenten con el respaldo necesario para hacer frente a posibles riesgos a lo largo de la asociación. En este contexto, el seguro de garantía surge como un instrumento esencial para garantizar la confianza y reforzar las relaciones contractuales entre las partes.

El número de concesiones y APP ha crecido significativamente. Según datos de la consultora Radar PPP, hubo un aumento del 59,2% en el número de proyectos firmados entre 2021 y 2024, en comparación con el ciclo anterior (2016 a 2020). Es más, incluso en año electoral, periodo en el que históricamente estos proyectos han tendido a ralentizarse, se observó una nueva tendencia. Desafiando este patrón, los municipios aceleraron la CPP en el período previo a las elecciones, lo que sugiere un cambio en la mentalidad de las administraciones municipales, que han llegado a comprender mejor la estructuración y el funcionamiento de estas iniciativas. Pero, ¿dónde encaja el seguro de garantía en este escenario? ¿Se está adaptando el mercado de seguros para seguir el ritmo de este rápido crecimiento?

En primer lugar, es importante subrayar que el seguro de garantía actúa como un verdadero mecanismo de protección financiera. En pocas palabras, garantiza que si una de las partes incumple sus obligaciones contractuales, la otra será debidamente indemnizada. Esta medida reduce el riesgo de pérdidas financieras y refuerza la confianza en la ejecución del proyecto, creando un escenario más favorable para las inversiones.

Otro beneficio importante es que la presencia de un seguro de garantía facilita el acceso a la financiación. Las instituciones financieras son más propensas a conceder crédito a las empresas que ofrecen garantías, ya que este tipo de seguro minimiza las incertidumbres a lo largo de la asociación, incluso para las entidades indirectamente involucradas. Este aspecto adquiere aún más importancia en los proyectos de gran envergadura, que pueden requerir elevadas inversiones e implicar un mayor riesgo de impago.

También cabe destacar la transparencia que proporciona el seguro de garantía. El uso de esta modalidad exige que las empresas involucradas demuestren solidez financiera y gestión eficiente, promoviendo una mayor responsabilidad en las operaciones. Este factor tiene un impacto directo en la gobernanza de las APPs y contribuye a un proceso de rendición de cuentas más eficaz, esencial para el éxito de estas iniciativas.

Por último, el seguro de caución puede constituir una ventaja competitiva para las empresas que participan en licitaciones de CPP. Esta característica actúa como indicador de solidez y compromiso en la ejecución del proyecto, lo que ayuda a los organismos públicos a la hora de seleccionar a los participantes.

Por lo tanto, en un escenario de creciente CPP, es esencial que el sector asegurador esté preparado para acompañar este movimiento. El seguro de garantía desempeña un papel crucial, proporcionando seguridad, facilitando la financiación, promoviendo la transparencia y fortaleciendo la posición de las empresas en el mercado. A medida que avanzan las iniciativas de infraestructura en el país, la adopción y valorización del seguro de garantía se vuelve aún más esencial para el buen funcionamiento de los contratos firmados en las APPs.

 

Fuente: CQCS

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