En el panel "Diálogo Regulatorio: Visión Estratégica del Mercado de Seguros y Oportunidades de Crecimiento", durante el Conseguro 2025 el 27 de mayo en São Paulo, el foco se dirigió a los temas que prometen redefinir el rumbo del sector: regulación de las mutuas, universalización del seguro de vida, sostenibilidad y riesgos climáticos.

Moderado por Dyogo Oliveira, presidente del CNseg, el panel fue un retrato de cómo el mercado asegurador se está reposicionando en un escenario en el que el crecimiento debe ir de la mano de la responsabilidad regulatoria y la innovación.

Las mutuas bajo una nueva luz

La cuestión de la regulación de las mutualidades de previsión social saltó a la palestra desde el principio. Tras un intenso debate en 2024 en el Congreso Nacional, que culminó en la Ley Complementaria 213/2025, el mercado busca ahora traducir la nueva legislación en normas prácticas y justas.

"Hemos llegado a una ley adecuada para un sector que ha crecido al margen de la legislación durante años, pero nos preocupan los movimientos encaminados a crear lagunas normativas", advirtió Dyogo Oliveira.

Alessandro Octavian, superintendente de la SUSEP, subraya que ahora se trata de garantizar el equilibrio. "La ley es clara al decir que estas entidades ofrecen protección patrimonial, no seguros. Nuestro reto es aproximar los distintos modelos sin perjudicar a los consumidores", dijo, prometiendo un amplio diálogo con el sector antes de definir las nuevas normas.

El reto de la innovación segura

Otro punto destacado fue la esperada llegada a Brasil del Seguro de Vida Universal, un producto que combina protección e inversión, ya consolidado en otros países.

"El Vida Universal puede marcar un antes y un después al contribuir a democratizar el acceso al seguro de un público de renta media", afirmó Vinícius Brandi, subsecretario de Reformas Microeconómicas y Regulación Financiera del Ministerio de Hacienda, quien aseguró que el Gobierno se compromete a agilizar la reglamentación necesaria.

Octavio reveló que la SUSEP ya concluyó una consulta pública sobre el tema. "Estamos en las fases finales de evaluación. Vamos a hablar con la Receita Federal y finalizar este proceso con la atención que merece", dijo.

Ajustes a la regulación prudencial y transparencia

El debate también se centró en los efectos de la regulación prudencial sobre el equilibrio entre el activo y el pasivo de las aseguradoras, especialmente en un entorno de tipos de interés volátiles. "La CNseg ha encargado un estudio para evaluar las repercusiones operativas de la legislación actual. Tenemos que encontrar soluciones que den más previsibilidad al sector", dijo Oliveira.

Brandi reconoció el reto: "La cuestión es compleja, pero hemos avanzado en su comprensión. Una buena regulación debe inducir buenas prácticas de gestión y proteger a los asegurados", afirmó.

La polémica de los créditos de carbono

En un tono más crítico, Dyogo se mostró preocupado y sorprendido por la medida impuesta a las aseguradoras para invertir en créditos de carbono, que va en contra de los esfuerzos del sector por acercarse a la agenda climática. Para él, la medida -que aún carece de un mercado estructurado y es muy volátil- representa un riesgo para las reservas que pertenecen a los asegurados.

Vinícius Brandi acogió con satisfacción la creación de un mercado de carbono para hacer frente de forma más adecuada a los riesgos climáticos y a la transformación ecológica, pero coincidió con el presidente de la CNseg en que le preocupaba esta obligación, sobre todo en términos de calibración.

Catástrofes climáticas: el futuro ha llegado

La agenda climática no quedó al margen. El aumento de la frecuencia de los fenómenos extremos ya está repercutiendo en la siniestralidad del sector, y los reguladores saben que la respuesta debe ser urgente. "No es un problema para el futuro, es para el presente", advirtió Octavian, aunque reconoció que, desde el punto de vista normativo, aún queda mucho camino por recorrer.

Consciente de que hay que dar un salto adelante en la propuesta de soluciones, destacó la propuesta del CNseg de crear un seguro social contra catástrofes como una de las posibles vías para reforzar el ecosistema de protección. "Estamos ante retos gigantescos que requieren creatividad, urgencia y, sobre todo, responsabilidad con el país", añadió.

El panel finalizó con la percepción general de que el diálogo entre el mercado, los reguladores y el gobierno no sólo es posible, sino esencial para que el seguro cumpla su papel de inductor del desarrollo económico y de apoyo a la sociedad en tiempos de transformación.

 

Fuente: CQCS

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