La subvención del seguro rural se considera insuficiente
Según datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAPA), a pesar de que el agronegocio representa cerca del 27% del Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil y responde por casi el 10% de las exportaciones agrícolas mundiales, menos del 14% de la superficie cultivada del país está protegida por seguros rurales. La falta de cobertura deja millones de hectáreas expuestas a fenómenos meteorológicos extremos, cuya frecuencia ha aumentado, según estudios de instituciones como Embrapa, Cemaden e INPE.
Según un artículo de Julia Guerra, especialista en seguros rurales y directora comercial de Picsel, el modelo actual "no responde a las necesidades reales de los productores". Explica que las pólizas disponibles están estandarizadas y no tienen en cuenta aspectos regionales importantes, como el riesgo climático específico, el historial de productividad y las prácticas agronómicas locales. "Esta desconexión entre el producto y el campo pone en peligro la eficacia de la cobertura y aumenta las tasas de litigios e impagos", afirma.
Una encuesta de ESALQ/USP citada en el artículo muestra que sólo el 30% de los productores asegurados están satisfechos con sus contratos. Para Guerra, el problema "no es sólo técnico: es estructural y pone en peligro la confianza del agricultor en el actual sistema de protección".
Además de la estandarización de las pólizas, el entorno normativo se considera un obstáculo para la innovación en el sector. La Circular 621 de la Superintendencia de Seguros Privados (Susep) se cita como ejemplo de exigencia normativa que "imposibilita el desarrollo de pólizas personalizadas por región, cultivo o modelo productivo". La falta de flexibilidad ahuyenta a las aseguradoras que quieren operar con tecnologías modernas, como el seguro paramétrico y el monitoreo remoto. "Sin cambios estructurales en la normativa, el país seguirá siendo un entorno hostil para la innovación en este sector", afirma el experto.
Otro obstáculo citado por Guerra es la subvención pública. El Programa de Subsidio a las Primas del Seguro Rural (PSR), que debe ampliar el acceso a los seguros, se enfrenta a restricciones presupuestarias. En 2023, más de 15.000 pólizas quedaron sin contratar por falta de fondos. Para 2025, el presupuesto previsto es de 1.060 millones de reales, lo que se considera insuficiente para atender la demanda del sector, que en 2024 era de 3.000 millones de reales, pero sólo se liberaron 1.500 millones.
La distribución de las pólizas también es desigual. La cobertura se concentra en las regiones Sur y Centro-Oeste, con especial atención a los cultivos de soja, maíz y trigo. Cadenas productivas como la pecuaria, la fruticultura y los cultivos permanentes quedan prácticamente fuera del sistema. Esta concentración crea un escenario de exclusión y pone en riesgo la sostenibilidad del seguro rural como política pública.
Para Julia Guerra, es necesario convertir el seguro rural en una política de Estado. "Esto requiere un esfuerzo coordinado entre el Gobierno y el sector privado, con un presupuesto estable, incentivos fiscales y un plan de expansión sostenible", argumenta. También destaca la importancia de tecnologías como la teledetección, la inteligencia artificial y el blockchain para reducir el fraude, aumentar la transparencia y agilizar las indemnizaciones.
"La expansión de los seguros rurales en Brasil requiere inversiones en tecnología, subsidios adecuados y un entorno regulatorio más flexible. Garantizar una protección eficaz y asequible no es solo una medida económica: es una necesidad estratégica para el futuro de la agroindustria brasileña y la seguridad alimentaria mundial", concluye Guerra.
Fuente: Agrolink
Enlace: https://www.agrolink.com.br/noticias/seguro-rural-cobre-so-14--da-area-agricola_502018.html
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