Periodista interesada en cubrir temas de medio ambiente, desarrollo sostenible, cultura, tecnología y política. Tiene dos artículos académicos publicados, uno en inglés y otro en portugués. Cuenta con experiencia en marketing digital. Estudió periodismo en la Universidad del Rosario.
Jasson Cruz, director de las Cámaras de Automóviles y Transporte de Fasecolda indicó que Colombia enfrenta importantes desafíos para garantizar que los vehículos eléctricos sean asegurados por los colombianos y se ofrezca un servicio acorde a las necesidades.
De manera concreta, el experto indicó que existe una importante diferencia entre asegurar un vehículo a combustible y uno eléctrico. Lo anterior, se relaciona con asuntos como los costos, la especialización en el servicio y el mercado.
En ese orden de ideas, el director de las Cámaras de Automóviles y Transporte de Fasecolda detalló que el país debe trabajar para garantizar que estos vehículos que cada vez son más atractivos para los colombianos sean asegurados. Estos son los retos:
Colombia aún tiene un parque automotor eléctrico pequeño, lo que dificulta predecir siniestralidad con precisión: Para Fasecolda los datos de siniestralidad son fundamentales para poder brindar precios justos sobre los seguros. “Las compañías de seguros necesitan muchos datos para poder mejorar la tarifación, y dar los precios más adecuados a los asegurados dependiendo el riesgo que se está capturando. Hoy en día tenemos cada vez más vehículos eléctricos en las vías del país, pero sigue siendo una porción muy pequeña frente al total de vehículos asegurados que no alcanzan ni al 1%. Entonces, entre más datos tengamos, mejor tarea pueden hacer las compañías para dar una tarifa más precisa y justa a los asegurados”.
Adaptar los servicios de asistencias a los VE: Hoy en día, en las aseguradoras está la póliza, la cual tiene unas coberturas y un conjunto de asistencias. Esas asistencias son, por ejemplo, el carro taller o la grúa. Sin embargo, estas asistencias deben ser especiales para los vehículos eléctricos, por lo que el país evidencia retrasos en este tema. Lo anterior, dado que, por ejemplo, las grúas que sirven para un carro de combustión no funcionan en un vehículo eléctrico. Tienen que ser grúas especiales y el mercado nacional aún no está tan desarrollado y no hay una oferta considerable de este tipo de grúas. Ahí hay una restricción. Lo mismo ocurre con los carros talleres. Existe en el país un rezago en el capital humano que pueda atender este tipo de siniestros, tienen que ser personas especializadas en electricidad, en electrónica, son carros altamente tecnológicos que deben ser atendidos por técnicos especialistas.
Superar la escasez de infraestructura y talento técnico especializado en los servicios de reparación: Un taller de combustión, de acuerdo al experto, no sirve para atender las reparaciones de un vehículo eléctrico, “porque por temas de seguridad no pueden estar conviviendo esas dos tecnologías. En ese sentido”, Colombia requiere talleres especializados que permitan reparar los vehículos eléctricos. Esto implica capital humano especializado, y la infraestructura.
Garantizar la cadena de suministros para las autopartes de los VE: Colombia deberá garantizar una cadena de suministro adecuada de las piezas que se requieren para reparar los vehículos. Este tema es un reto importante para el país, porque las piezas son importadas y Colombia tiene una participación muy pequeña en el mercado global. Por esto, según el experto, las marcas deben hacer un esfuerzo importante para garantizar que los vehículos que se están comercializando en el país puedan tener el suministro de piezas adecuadas y se pueden reparar. “Mejorar en términos generales el proceso de postventa que tienen esos vehículos en Colombia.”
Fuente: Caracol
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