En una industria donde cada día sin operar puede significar pérdidas millonarias, los seguros paramétricos se han convertido en una herramienta clave para la recuperación inmediata del sector turístico mexicano frente a desastres naturales como huracanes, tormentas o terremotos.
A diferencia del seguro tradicional, que requiere inspecciones y evaluaciones físicas para determinar el daño, este modelo se activa automáticamente cuando un evento medible –como la velocidad del viento, magnitud sísmica o nivel de precipitación– alcanza los umbrales definidos en la póliza.
El pago es rápido, transparente y no depende de la inspección de daños. “Un hotel puede recibir un pago preacordado después de un desastre natural, incluso si no sufrió afectaciones estructurales”, explicó Alfredo Careaga, director de Desarrollo de Negocio de THB México, al detallar que el objetivo es preservar la liquidez y la continuidad operativa. Si un huracán categoría 4 entra en una zona específica de la península de Yucatán, o si un sismo de intensidad 7.5 se registra en la Ciudad de México, la póliza se activa automáticamente y el pago acordado se libera en cuestión de días. Este modelo ofrece tres ventajas principales: Pagos rápidos, usualmente en menos de una semana.
Certeza y transparencia, ya que los parámetros se miden con datos de fuentes independientes como el Servicio Meteorológico Nacional o el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred). Menores costos administrativos, al eliminar los largos procesos de ajuste. Careaga señaló que existen pólizas incluso vinculadas al flujo de pasajeros en aeropuertos. Si una alerta climática reduce drásticamente la llegada de turistas, los hoteles con seguro paramétrico pueden recibir una compensación económica inmediata para mantener su plantilla laboral y evitar cancelaciones masivas.
Protección estratégica ante un entorno climático más severo
El turismo mexicano enfrenta una creciente exposición a fenómenos meteorológicos extremos. Tan solo tras el huracán Otis en 2023, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) reportó daños asegurados por más de 8,200 millones de pesos en el sector hotelero. Estos eventos han impulsado una transformación en la gestión de riesgos. Los seguros paramétricos permiten pasar de una cultura reactiva a una preventiva, donde la cobertura no solo protege las instalaciones, sino también la estabilidad financiera y la confianza del viajero. “Más que reaccionar, se trata de anticipar el impacto económico de un fenómeno natural.
Es una forma moderna de blindar al turismo frente a la incertidumbre climática”, destacó Careaga. En un contexto global donde los eventos climáticos extremos son cada vez más frecuentes, los seguros paramétricos emergen como una solución innovadora de resiliencia. Proveen estabilidad y liquidez inmediata cuando cada hora cuenta para la operación hotelera.
Al integrar tecnología, datos climáticos y herramientas financieras, este tipo de seguro fortalece la capacidad del sector turístico para mantener empleos, proteger inversiones y sostener la confianza del viajero, incluso en escenarios de crisis. Con su aplicación creciente en destinos de alto riesgo como Cancún, Los Cabos y Acapulco, los seguros paramétricos representan una nueva era en la protección turística mexicana, donde anticiparse al desastre es tan importante como superarlo.
Fuente: Debate
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